SN 1.11: El jardín del placer

Esto he oído.

En cierto momento, el Buddha se encontraba cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, en el monasterio de Anāthapiṇḍika. Allí, el Buddha se dirigió a los bhikkhus:

—¡Bhikkhus!

—Venerable señor —respondieron.

El Buddha dijo esto:

—En cierta ocasión, bhikkhus, cierta deidad de la compañía de los Treinta y Tres se estaba divirtiendo en el Jardín de las Delicias, escoltada por una banda de ninfas, y entregada a los placeres celestiales. En esa ocasión recitó este versículo:

«¡No conocen el placer

los que no ven el Jardín de las Delicias!

¡Es la morada de los devas señoriales,

la gloriosa hueste de los Treinta y Tres!».

Cuando hubieron hablado, otra deidad respondió con este verso:

«Tonto, ¿no comprendes el dicho de los Dignos:

todas las condiciones son perecederas,

su naturaleza es surgir y cesar,

habiendo surgido, cesan,

su quietud es verdadera felicidad?».

Scroll to Top