En Sāvatthī. La deidad estaba al lado del Maestro. Mientras estaba allí, dijo:
«¡Tus hijos te traen alegría!
¡Tu ganado también te brinda placer!
Porque los aferramientos son el deleite del hombre,
sin aferramientos, no hay deleite».
El Buddha contestó:
«Tus hijos te traen dolor,
tu ganado también te trae dolor,
porque los aferramientos son la tristeza del hombre,
sin aferramientos, no hay dolores».