DN 22: Los Fundamentos de la Práctica

Esto he oído.

En una ocasión, el Buddha se encontraba en la tierra de los Kurus, cerca de la ciudad kuru llamada Kammāsadamma. Allí, el Buddha se dirigió a los bhikkhus:

—¡Bhikkhus!

—Venerable señor —respondieron.

El Buddha dijo esto:

—Bhikkhus, hay un camino que conduce directamente a la meta, a la purificación de los seres, a superar el dolor y el lamento, a poner fin al sufrimiento y la melancolía, a encontrar el método correcto y a la realización de Nibbāna, es decir, las cuatro instrucciones de la práctica.

—¿Qué cuatro?

—Aquí, bhikkhus, un bhikkhu entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica del cuerpo en el cuerpo, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento.

Entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica de las emociones en las emociones, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento.

Entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica de la mente en la mente, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento.

Entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica de los fenómenos, en el sentido de los factores de aferramiento a la existencia, en los fenómenos, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento.

Las cuatro instrucciones de la práctica es el camino que conduce directamente a la meta, a la purificación de los seres, a superar el dolor y el lamento, a poner fin al sufrimiento y la melancolía, a encontrar el método correcto y a la realización de Nibbāna.

1. Observando el cuerpo

1.1. La Respiración

—Es cuando un bhikkhu se va a la jungla, a la raíz de un árbol o a una choza vacía. Se sienta con las piernas cruzadas y el cuerpo erguido y trae el recuerdo de las instrucciones ante él.

Concentrado, inhala. Concentrado, exhala.

Inhala prolongadamente, entonces distingue claramente: «Estoy inhalado prolongadamente». Exhala prolongadamente, entonces distingue claramente: «Estoy exhalado prolongadamente».

Inhala sutilmente, entonces distingue claramente: «Estoy inhalado sutilmente». Exhala sutilmente, entonces distingue claramente: «Estoy exhalado sutilmente».

Se entrena inhalado aquietando el movimiento del cuerpo. Se entrena exhalado aquietando el movimiento del cuerpo. Es como un experto tornero o un aprendiz de tornero. Cuando hace un torneado largo sabe claramente que «Estoy haciendo un torneado largo», y cuando hace un torneado corto, sabe que «Estoy haciendo un torneado corto».

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el cese de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos en el cuerpo. O bien, el recuerdo de que «hay un cuerpo» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

1.2. Las posturas

Además, cuando un bhikkhu camina, sabe: «Estoy caminando». Cuando está de pie, sabe: «Estoy de pie». Cuando están sentados, sabe: «Estoy sentado». Y cuando se acuesta sabe: «Estoy acostado». Cualquiera que sea la postura en la que se encuentre su cuerpo, lo sabe.

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

1.3. Entendimiento

Además, un bhikkhu actúa con entendimiento al salir y al volver, al mirar hacia adelante y hacia un lado, al doblar y extender las extremidades, al llevar el manto exterior, el tazón y la túnica, al comer, beber, masticar y probar, al orinar y defecar, al caminar, levantarse, sentarse, dormir, despertarse, hablar y guardar silencio.

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

1.4. Centrándose en lo repulsivo

Además, un bhikkhu examina su propio cuerpo, desde las plantas de los pies hacia arriba, hasta la punta de los pelos, envuelto en piel y lleno de muchas clases de inmundicias. En este cuerpo hay vello, vello corporal, uñas, dientes, piel, carne, tendones, huesos, médula ósea, riñones, corazón, hígado, diafragma, bazo, pulmones, intestinos, mesenterio, alimentos no digeridos, heces, bilis, flemas, pus, sangre, sudor, grasa, lágrimas, saliva, mocos, líquido sinovial, orina.

Es como si hubiera una bolsa con aberturas en ambos extremos, llena de varios tipos de granos, como arroz fino, trigo, frijoles mungo, guisantes, sésamo y arroz común.

Y alguien con buena vista debía abrirlo y examinar el contenido: «Estos granos son de arroz selecto, estos son de trigo, estos son frijoles mungo, estos son guisantes, estos son sésamo y estos son de arroz común.

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el cese de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos en el cuerpo. O bien, el recuerdo de que «hay un cuerpo» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

1.5. Centrándose en los elementos

Además, un bhikkhu examina su propio cuerpo, cualquiera que sea su ubicación o postura, según los elementos: «En este cuerpo está el elemento tierra, el elemento agua, el elemento fuego y el elemento aire».

Es como si un hábil carnicero o un aprendiz de carnicero matara una vaca y se sentara en el cruce de caminos con la carne cortada en porciones.

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el cese de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos en el cuerpo. O bien, el recuerdo de que «hay un cuerpo» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

1.6. Las contemplaciones del Cementerio

Además, supongamos que un bhikkhu viera un cadáver tirado en un osario. Y ha estado muerto durante uno, dos o tres días, hinchado, lívido y enconado. Lo compararía con su propio cuerpo: «Este cuerpo también es de la misma naturaleza, del mismo tipo, y no puede ir más allá de eso».

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el cese de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos en el cuerpo. O bien, el recuerdo de que «hay un cuerpo» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

Además, supongamos que viera un cadáver desechado en un cementerio siendo devorado por cuervos, halcones, buitres, garzas, perros, tigres, leopardos, chacales y muchas clases de pequeños seres. Lo compararía con su propio cuerpo: «Este cuerpo también es de la misma naturaleza, del mismo tipo, y no puede ir más allá de eso».

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el cese de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos en el cuerpo. O bien, el recuerdo de que «hay un cuerpo» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

Además, supongamos que viera un cadáver desechado en un cementerio, un esqueleto de carne y hueso, unido por tendones…

Un esqueleto sin carne pero manchado de sangre y unido por tendones…

Un esqueleto libre de carne y hueso, unido por tendones…

Huesos sin tendones, esparcidos en todas direcciones. Aquí un hueso de la mano, allí un hueso del pie, aquí un hueso de la espinilla, allí un hueso del muslo, aquí un hueso de la cadera, allí una costilla, aquí una espina dorsal, allí un hueso del brazo, aquí un hueso del cuello, allí una mandíbula, aquí un diente, allí el cráneo…

Huesos blancos, color de conchas… Huesos decrépitos, amontonados en una pila…  Los huesos se pudrieron y se convirtieron en polvo. Lo compararía con su propio cuerpo: «Este cuerpo también es de la misma naturaleza, del mismo tipo, y no puede ir más allá de eso».

Entonces, entrena observando un aspecto del cuerpo subjetivamente, objetivamente, y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el cese de los fenómenos en el cuerpo. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos en el cuerpo.

O bien, el recuerdo de que «hay un cuerpo» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando el cuerpo.

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando las emociones?

—Es cuando un bhikkhu que experimenta una reacción emocional agradable sabe: «experimento una reacción emocional agradable».

Cuando experimenta una reacción emocional desagradable, sabe: «Experimento una reacción emocional desagradable».

Cuando experimenta una reacción emocional indiferente, sabe: «Experimento una reacción emocional indiferente».

Cuando experimenta una reacción emocional material agradable, sabe: «Experimento una reacción emocional material agradable».

Cuando experimenta una reacción emocional inmaterial agradable, sabe: «Experimento una reacción emocional inmaterial agradable».

Cuando experimenta una reacción emocional material desagradable, sabe: «Experimento una reacción emocional material desagradable».

Cuando experimenta una reacción emocional inmaterial desagradable, sabe: «Experimento una reacción emocional inmaterial desagradable».

Cuando experimenta una reacción emocional material indiferente, sabe: «Experimento una reacción emocional material indiferente».

Cuando experimenta una reacción emocional inmaterial indiferente, sabe: «Experimento una reacción emocional inmaterial indiferente».

Y entonces entrena observando las emociones subjetiva, objetivamente y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de las emociones. Entrena contemplando el cese de las emociones. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de las emociones. O bien, el recuerdo de que «hay emociones» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando las emociones.

3. Observando la mente

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando la mente?

—Es cuando un bhikkhu reconoce la mente con ansia como «mente con ansia» y la mente sin ansia como «mente sin ansia». Reconoce la mente con odio como «mente con odio» y la mente sin odio como «mente sin odio». Reconoce la mente con engaño como «mente con engaño» y la mente sin engaño como «mente sin engaño». Él reconoce la mente restringida como «mente restringida» y la mente distraída como «mente distraída». Él reconoce la mente expansiva como «mente expansiva» y la mente no expansiva como «mente no expansiva». Reconoce la mente que no es suprema como «mente que no es suprema» y la mente que es suprema como «mente que es suprema». Él reconoce la mente inmersa en la concentración como «mente inmersa en la concentración» y la mente no inmersa en la concentración como «mente no inmersa en la concentración». Él reconoce la mente liberada como «mente liberada» y la mente no liberada como «mente no liberada».

Y entonces entrena observando la mente subjetiva, objetivamente y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de la mente. Entrena contemplando el cese de la mente. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de la mente. O bien, el recuerdo de que «hay mente» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando la mente.

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando los fenómenos condicionados?

—Es cuando un bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados con respecto a las cinco adicciones inferiores.

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando los fenómenos condicionados con respecto a las cinco adicciones inferiores?

—Es cuando un bhikkhu que tiene un deseo sensual en él entiende: «Tengo un deseo sensual en mí». Cuando no tiene deseo sensual en él, entiende: «No tengo ningún deseo sensual en mí». Entiende cómo surge el ansia sensual, y cómo cuando ya ha surgido, se abandona, y cómo, una vez que se abandona, no vuelve a surgir en el futuro.

Cuando tiene aversión en él, entiende: «Tengo aversión en mí». Cuando no tiene aversión en él, entiende: «No tengo aversión en mí». Entiende cómo surge la aversión, cómo cuando ya ha surgido, se abandona, y cómo, una vez que se abandona, no vuelve a surgir en el futuro.

Cuando tiene adormecimiento y somnolencia, entiende: «Tengo adormecimiento y somnolencia». Cuando no tiene adormecimiento y somnolencia, entiende: «No tengo adormecimiento ni somnolencia en mí». Entiende cómo surgen el adormecimiento y la somnolencia, cómo cuando ya ha surgido, se abandona, y cómo, una vez que se abandona, no vuelve a surgir en el futuro.

Cuando tiene inquietud y remordimiento en él, entiende: «Tengo inquietud y remordimiento en mí». Cuando no tiene inquietud y remordimiento en él, entiende: «No tengo inquietud ni remordimiento en mí». Entiende cómo surgen la inquietud y el remordimiento, cómo cuando ya ha surgido, se abandona, y cómo, una vez que se abandona, no vuelve a surgir en el futuro.

Cuando tiene duda, entiende: «Tengo duda en mí». Cuando no tiene duda en él, entiende: «No tengo duda en mí». Entiende cómo surge la duda, cómo cuando ya ha surgido, se abandona, y cómo, una vez que se abandona, no vuelve a surgir en el futuro.

Y entonces entrena observando los fenómenos condicionados subjetiva, objetivamente y tanto subjetiva como objetivamente.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el cese de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos condicionados. O bien, el recuerdo de que «hay fenómenos condicionados» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados respecto a las cinco adicciones inferiores.

4.2. Los factores de aferramiento a la existencia

Además, un bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados con respecto a los cinco factores de aferramiento a la existencia.

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando los fenómenos condicionados con respecto a los cinco factores de aferramiento a la existencia?

—Es cuando un bhikkhu observa: «Estas son las qualia, este es el origen de las qualia, este es el cese de las qualia. Esta es la reacción emocional, este es el origen de la reacción emocional, este es el cese de la reacción emocional. Esta es la percepción, este es el origen de la percepción, este es el cese de la percepción. Así es la situación condicional, así es el origen de la situación condicional, así es el fin de la situación condicional. Esta es la cognición, este es el origen de la cognición, este es el cese de la cognición».

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el cese de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos condicionados. O bien, el recuerdo de que «hay fenómenos condicionados» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados respecto a los cinco factores de aferramiento a la existencia.

4.3. Los seis campos de los sentidos

Además, un bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados con respecto a los seis campos de los sentidos subjetivos y objetivos.

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando los fenómenos condicionados con respecto a los seis campos de los sentidos subjetivos y objetivos?

—Es cuando un bhikkhu observa el ojo, la vista y la adicción que surge en función de ambos. Entiende cómo surge la adicción que no ha surgido, cómo se abandona la adicción surgida, y cómo la adicción abandonada llega a no volver a surgir en el futuro.

Observa el oído, los sonidos y la adicción…

Observa la nariz, los olores y la adicción…

Observa la lengua, los gustos y la adicción…

Observa el cuerpo, el tacto y la adicción…

Entiende el intelecto, los pensamientos y las adicciones que surgen dependiendo de ambos. Entiende cómo surge la adicción que no ha surgido, cómo se abandona la adicción surgida, y cómo la adicción abandonada llega a no volver a surgir en el futuro.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el cese de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos condicionados. O bien, el recuerdo de que «hay fenómenos condicionados» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados respecto a los seis campos de los sentidos.

4.4. Los factores del despertar

Además, un bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados con respecto a los siete factores del despertar.

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando los fenómenos condicionados con respecto a los siete factores del despertar?

—Es cuando un bhikkhu que tiene el factor de la iluminación de la práctica comprende: «Tengo el factor de la iluminación de la práctica en mí». Cuando no tiene el factor de la iluminación de la práctica en él, entiende: «No tengo el factor de la iluminación de la práctica en mí». Entiende cómo surge el factor despertar de la práctica que no ha surgido, y cómo el factor de la iluminación de la práctica que ha surgido se desarrolla.

Cuando tiene el factor despertar de la exploración de los estados mentales… del esfuerzo… del placer… de la tranquilidad… de la contemplación… de la impasibilidad en él, comprende: «Tengo el factor despertar de la impasibilidad en mí». Cuando no tiene el factor despertar de la impasibilidad en él, entiende: «No tengo el factor despertar de la impasibilidad en mí». Entiende cómo surge el factor despertar de la impasibilidad que no ha surgido, y cómo el despertar del factor de impasibilidad que ha surgido se desarrolla.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el cese de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos condicionados. O bien, el recuerdo de que «hay fenómenos condicionados» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados respecto a los siete factores del despertar.

4.5. Las verdades

Además, un bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados con respecto a las cuatro nobles verdades.

—¿Y cómo entrena un bhikkhu observando un observando los fenómenos condicionados con respecto a las cuatro nobles verdades?

—Es cuando un bhikkhu realmente entiende: «Esto es sufrimiento… Este es el origen del sufrimiento… Este es el cese del sufrimiento… Esta es la práctica que lleva al cese del sufrimiento».

La primera sección de recitación está terminada.

4.5.1. La verdad del sufrimiento

—¿Y cuál es la noble verdad del sufrimiento?

—El renacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, la aflicción, la lamentación, el dolor, la tristeza y la angustia es sufrimiento, la asociación con lo desagradable es sufrimiento, la separación de lo querido es sufrimiento, no conseguir lo que se desea es sufrimiento. En resumen, los cinco factores de aferramiento a la existencia son sufrimiento.

—¿Y qué es el renacimiento?

—El renacimiento, el inicio, la concepción, el «yo» adquirido, la manifestación de los conjuntos de fenómenos y la adquisición de los campos sensoriales de los diversos seres vivos en los diversos órdenes de seres vivos. A esto se le llama renacimiento.

—¿Y qué es la vejez?

—La ancianidad, la decrepitud, los dientes rotos, el cabello gris, la piel arrugada, la vitalidad disminuida y las facultades defectuosas de los diversos seres vivos en las diversas órdenes de seres vivos. A esto se le llama vejez.

—¿Y qué es la muerte?

—La desaparición, el fallecimiento, la desintegración, el desvanecimiento, la defunción, la expiración, la desintegración, la ruptura de los factores de aferramiento a la existencia, el abandono del cadáver y el corte de la facultad de vida de los diversos seres vivos en las diversas órdenes de seres vivos. A esto se le llama muerte.

—¿Y qué es el dolor?

—La aflicción, la congoja, el estado de malestar, el dolor interior, el dolor interior profundo en alguien que ha sufrido una desgracia, que ha experimentado un sufrimiento. A esto se le llama dolor.

—¿Y qué es la lamentación?

—El llanto, el lamento, el gemido, el lloro, el gimoteo y el sollozo en quien ha pasado por la desgracia, que ha experimentado el sufrimiento. A esto se le llama lamentación.

—¿Y qué es el dolor?

—Dolor físico, padecimiento físico, la reacción emocional desagradable y dolorosa que nace del contacto físico. A esto se le llama dolor.

—¿Y qué es la tristeza?

—Angustia, disgusto, la reacción emocional desagradable y dolorosa que nace del contacto mental. A esto se le llama tristeza.

—¿Y qué es la angustia?

—El estrés, la angustia, el estado de desasosiego y la agonía en alguien que ha pasado por una desgracia, que ha experimentado un sufrimiento. A esto se le llama angustia.

—¿Y qué se entiende por «asociación con lo desagradable es sufrimiento?».

—Hay imágenes, sonidos, olores, sabores, tactos y pensamientos que es desagradables, indeseables y dolorosos. Y hay quienes te quieren lastimar, herir, molestar y amenazar.

Juntarse, unirse, relacionarse, mezclarse con esto: es lo que se entiende por «asociación con lo desagradable es sufrimiento».

—¿Y qué se entiende por «la separación de lo que agrada es sufrimiento?».

—Hay imágenes, sonidos, olores, sabores, tactos y pensamientos que son agradables, deseables y apetecibles.

Y hay quienes te quieren beneficiar, ayudar, consolar y proteger. La desconexión con ellos, la separación, la segregación y el alejamiento de ellos: esto es lo que se entiende por «separación de lo que agrada es sufrimiento».

—¿Y qué se entiende por «no conseguir lo que se desea es sufrimiento?».

—En los seres que pueden renacer, surge este deseo: «¡Oh, si no tuviéramos la posibilidad de renacer! ¡Si tan solo el renacimiento no viniera a nosotros!». Pero no puedes conseguir lo deseado. Esto es lo que se entiende por «no obtener lo que se desea es sufrimiento».

En los seres que pueden envejecer… enfermar… morir… experimentar sufrimiento, lamentación, dolor, tristeza y angustia, surge este deseo: «¡Oh, si no tuviéramos la posibilidad de experimentar sufrimiento, lamentación, dolor, tristeza y angustia! ¡Si tan solo la aflicción, la lamentación, el dolor, la tristeza y la angustia no vinieran a nosotros!». Pero no puedes conseguir lo deseado. Esto es lo que se entiende por «no obtener lo que deseas es sufrimiento».

—¿Y qué se quiere decir con «en resumen, los cinco factores de aferramiento a la existencia son sufrimiento?».

Es los factores de aferramiento a la existencia que consisten en qualia, reacción emocional, percepción, situación condicional y cognición. Esto es lo que se quiere decir con «en resumen, los cinco factores de aferramiento a la existencia son sufrimiento.»

A esto se le llama la noble verdad del sufrimiento.

4.5.2. El origen del sufrimiento

—¿Y cuál es la noble verdad del origen del sufrimiento?

—Es el ansia lo que conduce al renacimiento futuro, mezclado con el gusto, el deseo y la búsqueda del disfrute en varios reinos diferentes. Es decir, el ansia de placeres sensoriales, el ansia de existencia y el ansia de terminar con la existencia.

—Pero, ¿dónde surge ese ansia y dónde se instala?

—Todo lo que en el mundo parece agradable y placentero, es allí donde surge y se asienta el ansia.

—¿Y qué parece agradable y placentero?

—El ojo en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde surge y se asienta el ansia. El oído… la nariz… la lengua… el cuerpo… el intelecto en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde surge y se asienta el ansia.

Las imágenes… los sonidos… los olores… los gustos… el tacto… los pensamientos en el mundo parecen agradables y placenteros, y es ahí donde el ansia surge y se instala.

La cognición del ojo… la cognición del oído… la cognición de la nariz… la cognición de la lengua… la cognición del cuerpo… la cognición del intelecto en el mundo parece agradable y placentera, y es allí donde el ansia surge y se asienta.

El contacto con el ojo… el contacto con el oído… el contacto con la nariz… el contacto con la lengua… el contacto con el cuerpo… el contacto con el intelecto en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde surge y se asienta el ansia.

La reacción emocional que nace del contacto con el ojo… la reacción emocional que nace del contacto con el oído… la reacción emocional que nace del contacto con la nariz… la reacción emocional que nace del contacto con la lengua… la reacción emocional que nace del contacto corporal… la reacción emocional que nace del contacto intelectual en el mundo parece agradable y placentera, y es allí donde surge el ansia y se asienta.

La percepción de las imágenes… la percepción de los sonidos… la percepción de los olores… la percepción de los gustos… la percepción del tacto… la percepción de los pensamientos en el mundo parece agradable y placentera, y es allí donde surge y se asienta el ansia.

La situación condicional con respecto a las imágenes… la situación condicional respecto a los sonidos… la situación condicional respecto a los olores… la situación condicional respecto a los gustos… la situación condicional respecto al tacto… la situación condicional respecto a los pensamientos en el mundo parece agradable y placentera, y es allí donde surge y se asienta el ansia.

Anhelar imágenes… anhelar sonidos… anhelar olores… anhelar sabores… anhelar tactos… anhelar pensamientos en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde el ansia surge y se asienta.

Dirigir la mente hacia las imágenes… dirigir la mente hacia los sonidos… dirigir la mente hacia los olores… dirigir la mente hacia los gustos… dirigir la mente hacia los tactos… dirigir la mente hacia los pensamientos en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde el ansia surge y se asienta.

Sostener la mente en las imágenes… sostener la mente en los sonidos… sostener la mente en los olores… sostener la mente en los gustos… sostener la mente en los tactos… sostener la mente en los pensamientos en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde el ansia surge y se asienta.

A esto se le llama la noble verdad del origen del sufrimiento.

4.5.3. El cese del sufrimiento

—¿Y cuál es la noble verdad del cese del sufrimiento?

—Es la desaparición y el cese de esa misma ansia sin que quede ni rastro, abandonarla, soltarla, dejarla y no agarrarse a ella.

Cualquier cosa que en el mundo parezca agradable y placentera, es allí donde el ansia se abandona y cesa.

—¿Y qué parece agradable y placentero?

—El ojo en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde el ansia se abandona y cesa…

…Sostener la mente en los pensamientos en el mundo parece agradable y placentero, y es allí donde el ansia se abandona y cesa.

A esto se le llama la noble verdad del cese del sufrimiento.

4.5.4. El camino

—¿Y cuál es la noble verdad de la práctica que conduce al cese del sufrimiento?

—Es simplemente este noble camino óctuple, es decir: creencia correcta, pensamiento correcto, discurso correcto, acción correcta, conducta correcta, esfuerzo correcto, práctica correcta y concentración correcta.

—¿Y cuál es la creencia correcta?

—Conocer el sufrimiento, el origen del sufrimiento, el cese del sufrimiento y la práctica que lleva al cese del sufrimiento. A esto se le llama creencia correcta.

—¿Y qué es el pensamiento correcto?

—Pensamientos de renuncia, de benevolencia y de afabilidad. A esto se le llama pensamiento correcto.

—¿Y cuál es el discurso correcto?

—El abstenerse de mentir, hablar divisivamente, hablar duro y decir tonterías. A esto se le llama discurso correcto.

—¿Y cuál es la acción correcta?

—Abstenerse de matar seres vivos, robar y tener relaciones sexuales con la mujer de otro. A esto se le llama acción correcta.

—¿Y cuál es la conducta correcta?

—Cuando un discípulo de los nobles abandona una conducta incorrecta y se comporta con la conducta correcta. A esto se le llama la conducta correcta.

—¿Y cuál es el esfuerzo correcto?

—Cuando un bhikkhu genera entusiasmo, brega, pugna, ejercita la mente y se esfuerza por que no surjan cualidades malas y perjudiciales. Genera entusiasmo, lo intenta, hace un esfuerzo, ejercita la mente y se esfuerza por abandonar las cualidades malas y perjudiciales que han surgido. Genera entusiasmo, lo intenta, hace un esfuerzo, ejercita la mente y se esfuerza por que surjan cualidades meritorias. Genera entusiasmo, trata, hace un esfuerzo, ejercita la mente y lucha para que las cualidades meritorias que han surgido permanezcan, no se pierdan, sino que aumenten, maduren y se desarrollen. A esto se le llama el esfuerzo correcto.

—¿Y qué es la práctica correcta?

—Cuando un bhikkhu entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica del cuerpo en el cuerpo, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento. Entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica de las emociones en las emociones, de la mente en la mente, de los fenómenos condicionados en los fenómenos condicionados, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento.

A esto se le llama una práctica correcta.

—¿Y qué es la concentración correcta?

—Cuando un bhikkhu, completamente apartado de los placeres sensoriales, apartado de las cualidades perjudiciales, entra y se sumerge en la primera jhāna, que está acompañada por la concentración de la mente en la dirección del movimiento (del objeto de concentración), que tiene el placer, la alegría y la felicidad surgidos de esa visión, mientras dirige la mente y la mantiene concentrada. A medida que desaparece el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento, entra y se sumerge en la segunda jhāna, que tiene el placer, la felicidad y la alegría que surgen de la concentración, con claridad y confianza internas, y con la mente concentrada, desaparece el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento. Y con la desaparición del placer, entra y se sumerge en la tercera jhāna, donde contempla con impasibilidad, diligente y decidido y siente el bienestar corporal del que los nobles declaran: «Impasible y decidido, uno entrena en la felicidad». Abandonado el placer y el dolor, y poniendo fin a la felicidad y la tristeza anteriores, entra y se sumerge en la cuarta jhāna, sin placer ni dolor, con pura impasibilidad y gnosis.

A esto se le llama concentración correcta.

A esto se le llama la noble verdad de la práctica que conduce al cese del sufrimiento.

Entrena contemplando el surgimiento de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el cese de los fenómenos condicionados. Entrena contemplando el surgimiento y el cese de los fenómenos condicionados. O bien, el recuerdo de que «hay fenómenos condicionados» surge en él por el bien del conocimiento y la memoria.

Entonces entrena independiente, sin aferrarse a nada en el mundo. De esta forma, el bhikkhu entrena observando los fenómenos condicionados respecto a las cuatro nobles verdades.

Cualquiera que desarrolle estos cuatro tipos de concentración de impasibilidad de esta manera durante siete años puede esperar uno de dos resultados: la iluminación en la vida presente, o si queda algo, el no retorno. Por no hablar de siete años, cualquiera que desarrolle estos cuatro tipos de concentración de impasibilidad de esta manera durante seis años… cinco años… cuatro años… tres años… dos años… un año… siete meses… seis meses… cinco meses… cuatro meses… tres meses… dos meses… un mes… quince días… Y mucho menos de quince días, cualquiera que desarrolle estos cuatro tipos de concentración de impasibilidad de esta manera durante siete días puede esperar uno de dos resultados: la iluminación en la vida presente, o si queda algo, el no retorno.

«Las cuatro instrucciones de la práctica es el camino que conduce directamente a la meta, a la purificación de los seres, a superar el dolor y el lamento, a poner fin al sufrimiento y la melancolía, a encontrar el método correcto y a la realización de Nibbāna».

Eso es lo que dije, y por eso lo dije. Eso fue lo que dijo el Buddha. Satisfechos, los bhikkhus se alegraron con lo que dijo el Buddha.

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