En Sāvatthī. De pie a un lado, el deva Kassapa recitó este verso en presencia del Buddha:
«Supongamos que un bhikkhu es un meditador,
de conciencia liberada.
Si quiere alcanzar la paz de la mente,
habiendo conocido el origen y la ruina del mundo,
de conciencia sana, independiente, esa es su recompensa».