En Sāvatthī. Más tarde, a altas horas de la noche, el glorioso deva Candimasa, iluminando todo el bosque de Jeta, se acercó al Buddha, se inclinó, se hizo a un lado y recitó este verso en presencia del Buddha:
«Como ciervos en un pantano sin mosquitos,
llegarán a un lugar seguro
habiendo entrado en las jhānas,
concentrados, alertas y conscientes.
Como peces cuando se corta la red,
llegarán a la orilla lejana
habiendo entrado en las jhānas,
perseverantes, con los vicios descartados».