SN 4.18: Comida de limosna

En cierto momento, el Buddha se encontraba en la tierra de los māgadhanos cerca de la aldea brahmán de Pañcasālā. En ese momento en Pañcasālā, las mujeres jóvenes estaban cuidando a los invitados. Luego, el Buddha se vistió por la mañana y, tomando su cuenco y su túnica, entró en Pañcasālā para pedir limosna.

Allí, Māra había poseído a los brahmines y cabezas de familia de Pañcasālā, por lo que pensaron: «¡No dejes que el asceta Gotama reciba limosna!».

Entonces el Buddha salió de la aldea con su cuenco tan limpio como cuando entró a pedir limosna.

Entonces el Māra el Malvado se acercó al Buddha y le dijo:

—Bueno, asceta, ¿recibiste alguna limosna?

—Malvado, ¿te aseguraste de que no recibiera limosna?

—Entonces, Maestro, deje que el Buddha entre en Pañcasālā por segunda vez para pedir limosna. Me aseguraré de que consigas una limosna.

El Buddha le contestó:

«Māra has cometido un gran perjuicio

atacando al Tathāgata,

Malvado, ¿te imaginas

que tu maldad no dará fruto?

Nosotros, que no tenemos nada,

vivimos tan felices.

Nos alimentaremos del placer,

como los devas del resplandor que fluye».

Entonces el Māra el Malvado, pensando: «¡el Buddha me conoce! ¡el Maestro me conoce!», miserable y triste, desapareció allí mismo.

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