En cierto momento, el Buddha se encontraba cerca de Rājagaha, en la Arboleda de los Bambús, en el comedero de las ardillas.
Pasó la mayor parte de la noche paseando al aire libre. Al amanecer se lavó los pies y entró en su alojamiento. Se acostó en la postura del león, de lado derecho, colocando un pie encima del otro, perseverante y decidido, y se centró en el momento de levantarse.
Entonces, Māra el Malvado se acercó al Buddha y se dirigió a él en verso:
«¿Qué, estás dormido? ¿De verdad estás dormido?
Duermes como un perdedor, ¿qué pasa con eso?
Duermes pensando que la cabaña está vacía.
Duermes cuando ha salido el sol, ¿qué pasa con eso?».
El Buddha le respondió:
«Quien no tiene ningún agarre,
ninguna sed que lo arrastre,
después de la destrucción de todos los aferramientos,
el iluminado duerme.
¿Qué estás haciendo aquí, Māra?».
Entonces el Māra… desapareció allí mismo.