SN 4.8: Encantador

Esto he oído.

En cierto momento, el Buddha se encontraba cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, en el monasterio de Anāthapiṇḍika.

Más tarde, Māra el Malvado se acercó al Buddha y recitó este verso en presencia del Buddha:

«¡Tus hijos te brindan deleite!

¡Tu ganado también te brinda deleite!

Porque los aferramientos son el deleite del hombre,

sin aferramientos no hay deleite».

El Buddha le respondió:

«Tus hijos te traen dolor,

tu ganado también te trae dolor,

porque los aferramientos son la tristeza del hombre,

sin aferramientos no hay dolores».

Entonces el Māra el Malvado, pensando: «¡el Buddha me conoce! ¡el Maestro me conoce!», miserable y triste, desapareció allí mismo.

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