Esto he oído.
En cierto momento, cuando despertó por primera vez, el Buddha se encontraba cerca de Uruvelā, bajo el baniano a orillas del río Nerañjarā.
Más tarde, mientras se encontraba aislado en un lugar solitario, le vino a la mente este pensamiento: «es desagradable vivir sin respeto y reverencia. ¿A qué asceta o brahmán debo honrar, respetar y confiar?».
Entonces se le ocurrió:
«Honraría, respetaría y confiaría en otro asceta o brahmán para completar mi ética, si fuera incompleta. Pero no veo ningún otro asceta o brahmín en este mundo, con sus devas, Māras y Brahmās, este mundo con sus ascetas y brahmanes, sus devas y humanos, que sea más hábil que yo en ética, a quien deba honrar y respetar y confiar.
Honraría, respetaría y confiaría en otro asceta o brahmán para completar mi contemplación, si fuera incompleta. Pero no veo ningún otro asceta o brahmán… que sea más hábil que yo en la contemplación…
Honraría, respetaría y confiaría en otro asceta o brahmán para completar mi sabiduría, si fuera incompleta. Pero no veo ningún otro asceta o brahmán… que sea más hábil que yo en sabiduría…
Honraría, respetaría y confiaría en otro asceta o brahmán para completar mi liberación, si fuera incompleta. Pero no veo a ningún otro asceta o brahmán… que sea más consumado que yo en liberación…
Honraría, respetaría y confiaría en otro asceta o brahmán que lograra la liberación completa de los factores del aferramiento a la existencia mediante la episteme, si fuera incompleta. Pero no veo ningún otro asceta o brahmín en este mundo, con sus devas, Māras y Brahmās, este mundo con sus ascetas y brahmanes, sus devas y humanos, que sea más hábil que yo en la liberación completa de los factores del aferramiento a la existencia mediante la episteme, a quien deba honrar, respetar y confiar.
¿Por qué no honro, respeto y confío en la misma Enseñanza a la que desperté?».
Entonces, el Brahmā Sahampati supo lo que estaba pensando el Buddha. Tan fácilmente como una persona fuerte alarga o encoge su brazo, desapareció del reino de Brahmā y reapareció frente al Buddha. Se arregló la túnica sobre un hombro, levantó las palmas juntas hacia el Buddha y dijo:
—¡Eso es tan cierto, Maestro! ¡Eso es tan cierto, Maestro! Todos los Dignos, los Buddhas plenamente despiertos que vivieron en el pasado honraron, respetaron y confiaron en esta misma Enseñanza. Todos los Dignos, los Buddhas plenamente despiertos que vivirán en el futuro, honrarán, respetarán y confiarán en esta misma Enseñanza. Que el Maestro, que es el Digno, el Buddha Plenamente Despierto en la actualidad, también honre y respete y confíe en esta misma Enseñanza.
Eso es lo que dijo Brahmā Sahampati. Luego pasó a decir:
«Todos los Buddhas del pasado,
los Buddhas del futuro
y el Buddha del presente,
destructor de las penas de muchos,
respetando la verdadera Enseñanza,
ellos vivieron, viven
y también vivirán.
Ésta es la naturaleza de los Buddhas.
Por lo tanto, alguien que se ama a sí mismo,
que aspira a la trascendencia,
debe respetar la verdadera Enseñanza,
recordando las instrucciones de los Buddhas».