Cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta.
Y entonces Sakka, el Señor de los Devas, se acercó al Buddha, se inclinó, se hizo a un lado y le dijo:
—Señor, ¿qué es un lugar encantador?
El Buddha contestó:
«Los deliciosos bosques sagrados,
estanques de lotos bien hechos,
no valen una decimosexta parte
de un ser humano encantador.
Ya sea en un pueblo o en la jungla,
en un valle o en las tierras altas,
dondequiera que vivan los Dignos
es un lugar encantador».