En Sāvatthī. Allí, dos bhikkhus estaban litigando, y uno de ellos ofendió al otro. El transgresor se confesó al otro bhikkhu, pero él no lo aceptó.
Luego, varios bhikkhus se acercaron al Buddha, se inclinaron, se sentaron a un lado y le contaron lo que había sucedido.
—Bhikkhus, hay dos tontos. Uno que no reconoce cuando ha cometido un error. Y alguien que no acepta correctamente la confesión de alguien que se ha equivocado. Estos son los dos tontos.
Hay dos que son sabios. Uno que reconoce cuando ha cometido un error. Y alguien que acepta correctamente la confesión de alguien que se ha equivocado. Estos son los dos que son sabios.
En cierta ocasión, bhikkhus, Sakka, el Señor de los Devas que gobierna a los devas de los Treinta y Tres, recitó este verso:
«Controla tu enojo, no dejes que las amistades decaigan,
no culpes a los no censurables
y no digas cosas divisivas,
porque el enojo aplasta a las personas malas como una montaña».