SN 7.18: Recolección de leña

Hubo un tiempo en que el Buddha se estaba quedando en una selva de la tierra de Kosala.

Más tarde, varios jóvenes, alumnos de uno de los brahmanes Bhāradvāja, se acercaron a la selva mientras recogían leña. Vieron al Buddha sentado con las piernas cruzadas en la raíz de cierto árbol sāl, con el cuerpo recto y practicando. Al ver esto, se acercaron a Bhāradvāja y le dijeron:

—Por favor, Maestro, debería saber esto. En tal o cual bosque, el asceta Gotama está sentado con las piernas cruzadas, con el cuerpo recto y practicando.

Entonces Bhāradvāja junto con esos alumnos fueron a ese bosque donde vio al Buddha sentado con las piernas cruzadas, con el cuerpo recto y practicando.

Se acercó al Buddha y se dirigió a él en verso:

«En lo profundo de la jungla, tan llena de terrores,

te has sumergido en la jungla vacía y desolada.

Tranquilo, firme y elegante:

¡qué hermosamente meditas, bhikkhu!

Donde no hay canciones ni música,

un sabio solitario recurre al desierto.

Esto me parece algo asombroso,

que vivas tan alegremente solo en la jungla.

Supongo que deseas renacer en compañía

del soberano supremo del cielo de los Treinta y Tres.

¿Es por eso por lo que recurres a la jungla desolada,

practicar austeridades para alcanzar Brahmā?».

El Buddha le contestó:

«Todos los deseos y esperanzas que siempre están atados

a los muchos y diversos reinos,

las ansias surgieron de la raíz del desconocimiento,

los he eliminado todos hasta la raíz.

Así que no tengo deseos, estoy desapegado,

desprendido, entre todas las cosas, mi intuición es clara.

He alcanzado el estado de gracia, el despertar supremo,

permanezco solo, brahmán y seguro de mí mismo».

Cuando hubo hablado, Bhāradvāja le dijo al Buddha:

—¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente!… Desde este día en adelante, que el Maestro Gotama me recuerde como un seguidor laico que se ha refugiado de por vida.

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