En Sāvatthī. Entonces el venerable Kaccānagotta se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:
—Señor, la gente habla de la «creencia correcta». ¿Cómo se define la creencia correcta?
—Kaccāna, la mayoría de la gente cree que el mundo existe o que no existe. Aquellos que tienen una comprensión correcta de cómo surge el mundo no pensarán que no existe. Y aquellos que tienen una comprensión correcta de cómo perece el mundo no creerán que existe.
La mayoría de las personas en este mundo están demasiado preocupadas por los dogmas y se comprometen con ellos. Quien no se preocupa tanto por los dogmas y no se adhiere a ellos, no piensa que tiene un “yo”, Kaccana. Si logra que el sufrimiento es algo que sucede cuando ocurre y que el sufrimiento es algo que cesa cuando cesa, no tiene por qué volverse tan inseguro y dudar, porque entonces tiene establecida su episteme que es independiente de los demás.
Así es como se define la creencia correcta. «Todo existe»: este es un extremo. «Nada existe»: este es el segundo extremo.
Evitando estos dos extremos, el Tathāgata enseña por el camino medio:
«La ignorancia es una condición para la condicionalidad. La condicionalidad es la condición para la vida. Así es como se origina toda esta masa de sufrimiento.
Cuando la ignorancia se desvanece y cesa sin dejar rastro, cesa la condicionalidad. Cuando cesa la condicionalidad, cesa la vida…».
Así es como cesa toda esta masa de sufrimiento.