SN 12.25: Con Bhūmija

En Sāvatthī.

A última hora de la tarde, el venerable Bhūmija salió del retiro, fue donde Venerable Sāriputta e intercambió saludos con él. Cuando terminaron los saludos y la conversación de cortesía, se sentó a un lado y le dijo:

—Venerable Sāriputta, hay ascetas y brahmanes que enseñan la eficacia de las acciones. Algunos de ellos declaran que el placer y el dolor los hace uno mismo. Algunos de ellos declaran que el placer y el dolor los hace otro. Algunos de ellos declaran que el placer y el dolor los produce uno mismo y otro. Algunos de ellos declaran que el placer y el dolor surgen por casualidad, no por uno mismo ni por otro.

—¿Qué dice el Buddha sobre esto? ¿Cómo lo explica? ¿Cómo debería responder para repetir lo que dijo el Buddha sin tergiversarlo con falsedades? ¿Cómo lo debería explicar de acuerdo con su Enseñanza, sin motivos legítimos para la reprimenda y la crítica?

—Venerable, el Buddha dijo que el sufrimiento se origina de manera dependiente.

—¿Dependiente de qué?

—Dependiente del contacto. Si dijeras esto, repetirías lo que dijo el Buddha, sin tergiversarlo con falsedades. Lo explicarías de acuerdo con sus Enseñanzas y no habría motivos legítimos para reprender y criticar.

Piensa en los ascetas y brahmanes que enseñan la eficacia de las acciones. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor los hace uno mismo, eso está condicionado por el contacto. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor surgen por casualidad, no por uno mismo ni por otro, eso también está condicionado por el contacto.

Piensa en los ascetas y brahmanes que enseñan la eficacia de las acciones. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor los hace uno mismo, es imposible que lo experimenten sin contacto. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor surgen por casualidad, no por uno mismo ni por otro, es imposible que lo experimenten sin contacto.

El venerable Ānanda escuchó esta discusión entre el venerable Sāriputta y el venerable Bhūmija. Entonces, el venerable Ānanda se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado e informó al Buddha de todo lo que habían discutido.

—¡Bien, bien, Ānanda! Es tal como Sāriputta lo ha explicado correctamente. He dicho que el placer y el dolor se originan de forma dependiente.

—¿Dependiente de qué?

—Dependiente del contacto. Al decir esto, repetirías lo que he dicho, sin tergiversarme con falsedades. Lo explicarías de acuerdo con mis Enseñanzas, y no habría motivos legítimos para la reprimenda y la crítica. Piensa en los ascetas y brahmanes que enseñan la eficacia de las acciones. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor los hace uno mismo, eso está condicionado por el contacto. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor surgen por casualidad, no por uno mismo ni por otro, eso también está condicionado por el contacto.

Piensa en los ascetas y brahmanes que enseñan la eficacia de las acciones. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor los hace uno mismo, es imposible que lo experimenten sin contacto. En el caso de quienes declaran que el placer y el dolor surgen por casualidad, no por uno mismo ni por otro, es imposible que lo experimenten sin contacto.

Ānanda, si actúas, tus acciones pueden traerte felicidad o sufrimiento. Si dices algo, sus palabras pueden traerte felicidad o sufrimiento. Si tiene piensas algo, tus pensamientos pueden traerle felicidad o sufrimiento, todo por ignorancia.

La felicidad y el sufrimiento pueden surgir en ti de tus propias acciones o pueden surgir de las acciones de otros. La felicidad y el sufrimiento pueden surgir de acciones conscientes o pueden surgir de acciones inconscientes.

La felicidad y el sufrimiento pueden surgir en ti de tus propias palabras o pueden surgir de las palabras de otros. La felicidad y el sufrimiento pueden surgir del habla consciente, o pueden surgir de palabras pronunciadas sin pensar.

La felicidad y el sufrimiento pueden surgir en ti de tus propios pensamientos o pueden surgir de los pensamientos de los demás. La felicidad y el sufrimiento pueden surgir de pensamientos conscientes o pueden surgir de pensamientos inconscientes. Estas cosas se deben a la ignorancia, Ānanda. Pero si nos deshacemos por completo de la ignorancia, no cometemos actos que nos generen felicidad o sufrimiento. Tampoco diremos palabras, ni tendremos pensamientos que nos creen felicidad o sufrimiento. Entonces no habrá campo, ni tierra fértil ni oportunidad para que experimentemos la felicidad o el sufrimiento.

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