En Sāvatthī.
—La ignorancia es una condición para la condicionalidad. La condicionalidad es la condición para la vida. Así es como se origina toda esta masa de sufrimiento.
—¿Y qué es la vejez y la muerte?
—La vejez, es la decrepitud, los dientes rotos, el cabello gris, la piel arrugada, la vitalidad disminuida y las facultades defectuosas de los diversos seres vivos en sus diferentes órdenes de seres vivos. A esto se le llama vejez. A la desaparición, la destrucción, la desintegración, la consunción, la aniquilación, la muerte, la desaparición, la ruptura de los factores del aferramiento a la existencia y el abandono del cadáver de los diversos seres vivos en sus diversos órdenes. A esto se le llama muerte. Así es la vejez Y así es la muerte. A esto se le llama vejez y muerte. El renacimiento es el origen de la vejez y la muerte. Cuando cesa el renacimiento, cesa la vejez y la muerte. La práctica que conduce al cese de la vejez y la muerte es, sencillamente, este noble óctuple sendero, es decir: creencia correcta, disposición correcta, discurso correcto, acción correcta, conducta correcta, esfuerzo correcto, práctica correcta y concentración correcta.
—¿Y qué es el renacimiento?… ¿Y qué es la existencia?… ¿Y qué es el aferramiento?… ¿Y qué es el ansia?… ¿Y qué son las reacciones emocionales?… ¿Y qué es el contacto?… ¿Y cuáles son los seis campos de los sentidos?… ¿Y qué son las qualia y la conceptualización?… ¿Y qué es la vida? ¿Y qué es la situación condicional?
—Hay tres tipos de situación condicional. La situación condicional de cuerpo, del habla y de la mente. Estos se llaman tipos de situación condicional. La ignorancia es el origen de la situación condicional. Cuando cesa la ignorancia, cesa la situación condicional. La práctica que conduce al cese de la situación condicional es, sencillamente, este noble óctuple sendero, es decir: creencia correcta, disposición correcta, discurso correcto, acción correcta, conducta correcta, esfuerzo correcto, práctica correcta y concentración correcta.
Un discípulo de los nobles comprende las condiciones, su origen, su cese y la práctica que conduce a su cese. A ese discípulo de los nobles se le llama «uno logrado en la doctrina»: «uno que ve la doctrina»: «uno que ha llegado a la verdadera Enseñanza»: «uno que ve esta verdadera Enseñanza»: «uno dotado con la sabiduría de un aprendiz»: «uno que ha entrado en la corriente de la Enseñanza»: «un noble con sabiduría penetrante» y «uno que está empujando para abrir la puerta de lo Inmortal».