Esto he oído.
En cierto momento, el Buddha se encontraba cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, en el monasterio de Anāthapiṇḍika. Allí, el Buddha se dirigió a los bhikkhus:
—¡Bhikkhus!
—Venerable señor —respondieron.
El Buddha dijo esto:
—Bhikkhus, el transmigrar tiene un comienzo oscuro. No es evidente ver un primer punto donde los seres vivos estén vagando y transmigrando, obstaculizados por la ignorancia y encadenados por el ansia. Supongamos que una persona quitara toda la hierba, palos, ramas y hojas del Continente Central, las juntara en una pila y las cortara en trozos de diez centímetros. Habiendo hecho un tazón pequeño las va apartando: «esta es mi madre, esta es mi abuela». La hierba, los palos, las ramas y las hojas del Continente Central se acabarían antes que las madres y abuelas de esa persona.
—¿Por qué es eso?
—El transmigrar tiene un comienzo oscuro. No es evidente ver un primer punto donde los seres vivos estén vagando y transmigrando, obstaculizados por la ignorancia y encadenados por el ansia. Durante tanto tiempo habéis sufrido dolor, agonía y desgracias, tirados en los cementerios. El transmigrar tiene un comienzo oscuro… esto es suficiente para que os desilusionéis, os desapasionéis y os liberéis de toda situación condicional.