En Sāvatthī.
—Bhikkhus, el transmigrar tiene un comienzo oscuro. No es evidente ver un primer punto donde los seres vivos estén vagando y transmigrando, obstaculizados por la ignorancia y encadenados por el ansia.
—¿Qué pensáis? ¿Qué es más? ¿El flujo de lágrimas que habéis derramado mientras vagabais y transmigrabais durante tanto tiempo, llorando y lamentándoos por estar unidos con lo no amado y separados de lo amado, o el agua en los cuatro océanos?
—Según entendemos las Enseñanzas del Buddha, el flujo de lágrimas que derramamos mientras deambulamos y transmigramos es más que el agua de los cuatro océanos.
—¡Bien, bien, bhikkhus! Es bueno que entendáis mi Enseñanza así. El flujo de lágrimas que habéis derramado mientras deambulabais y transmigrabais es de hecho más que el agua de los cuatro océanos. Durante mucho tiempo habéis sufrido la muerte de una madre… padre… hermano… hermana… hijo… hija… pérdida de familiares… pérdida de riqueza… o pérdida por enfermedad. De estar unidos con lo no amado y separados de lo amado, el flujo de lágrimas que habéis derramado mientras vagabais y transmigrabais es de hecho más que el agua en los cuatro océanos.
—¿Por qué es eso?
—El transmigrar tiene un comienzo oscuro… el transmigrar tiene un comienzo tenebroso… esto es suficiente para que os desilusionéis, os desapasionéis y os liberéis de toda situación condicional.