Esto he oído.
Hubo un tiempo en que el venerable Mahākassapa y el venerable Sāriputta se alojaban cerca de Benarés, en el parque de los ciervos de Isipatana.
Más tarde, a última hora de la tarde, el venerable Sāriputta salió del retiro, fue a ver al venerable Mahākassapa e intercambió saludos con él. Cuando terminaron los saludos y la conversación de cortesía, se sentó a un lado y le dijo a Mahākassapa:
—Venerable Kassapa, se dice que sin estar interesado y sin ser prudente no se puede lograr el despertar, el Nibbāna, el encontrar la paz suprema. Pero si estás interesado y eres prudente puedes lograr el despertar, el Nibbāna, el encontrar la paz suprema. ¿Hasta qué punto este es el caso?
—Venerable, tomemos el caso de un bhikkhu que no fomente el interés, que no piense así: «Si surgen en mí defectos que no han surgido, me causarán daño». «Si no renuncio a los defectos que han surgido, me harán daño». «Si no doy lugar a cualidades no surgidas, esto me causará daño». «Si las cualidades surgidas cesan en mí, esto me causará daño». Ese bhikkhu que no piensa así, no está interesado.
—¿Y cómo no se es prudente?
—Tomemos el caso de un bhikkhu que no fomente la vergüenza a la transgresión, que no piense así: «si surgen en mí defectos que no han surgido, me harán daño». «Si no renuncio a los defectos que he surgido, me harán daño». «Si no doy lugar a cualidades no surgidas, esto me causará daño». «Si las cualidades surgidas cesan en mí, esto me causará daño». Ese bhikkhu que no piensa así, no es prudente.
Así, sin estar interesado ni ser prudente, no se puede alcanzar el despertar, el Nibbāna, el encontrar la paz suprema.
—¿Y cómo se está interesado?
—Tomemos como ejemplo a un bhikkhu que fomenta el interés pensando: «si surgen en mí defectos que no han surgido, me harán daño». «Si no renuncio a los defectos que he surgido, me harán daño». «Si no doy lugar a cualidades no surgidas, esto me causará daño». «Si las cualidades surgidas cesan en mí, esto me causará daño». Este bhikkhu está interesado.
—¿Y cómo se es prudente?
—Tomemos el caso de un bhikkhu que fomenta la vergüenza a la transgresión pensando: «si surgen en mí defectos no desarrolladas, me harán daño». «Si no renuncio a los defectos que he surgido, me harán daño». «Si no doy lugar a cualidades no surgidas, esto me causará daño». «Si las cualidades surgidas cesan en mí, esto me causará daño». Este bhikkhu es prudente.
Así es como si estás interesado y eres prudente puedes lograr el despertar, el Nibbāna, el encontrar la paz suprema.