SN 20.7: la clavija del tambor

En Sāvatthī.

—En cierta ocasión, bhikkhus, los Dasāraha tenían un tambor de arcilla llamado el Invocador. Cada vez que el Invocador se partía, lo reparaba insertando otra clavija. Pero llegó un momento en que el borde de madera original del tambor de arcilla desapareció y solo quedó una masa de clavijas.

De la misma manera, en un tiempo futuro habrá bhikkhus que no querrán escuchar cuando se reciten los discursos pronunciados por el Tathāgata, profundos, extensos, trascendentes, sobre la impersonalidad de los fenómenos condicionados. No prestarán atención ni aplicarán su mente para comprenderlos, ni pensarán que vale la pena aprender y memorizar esas Enseñanzas.

Pero cuando se reciten discursos compuestos por poetas, poesía, con palabras y frases elegantes, compuestos por forasteros o hablados por discípulos, querrán escuchar. Prestarán atención y aplicarán su mente para comprenderlos, y pensarán que vale la pena aprender y memorizar esas Enseñanzas. Y así desaparecerán los discursos pronunciados por el Tathāgata, profundos, extensos, trascendentes, que tratan sobre la impersonalidad de los fenómenos condicionados.

Así que debéis entrenar así: «cuando se reciten los discursos pronunciados por el Tathāgata, profundos, extensos, trascendentes, que tratan sobre la impersonalidad de los fenómenos condicionados, querremos escuchar. Prestaremos atención y aplicaremos nuestro intelecto para comprenderlas, y pensaremos que vale la pena aprender y memorizar esas Enseñanzas». Así es como debéis entrenar.

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