SN 21.3: Un montón de sal

Esto he oído.

En cierto momento, el Buddha se encontraba cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, en el monasterio de Anāthapiṇḍika.

En ese momento, los Venerables Sāriputta y Moggallāna estaban alojados cerca de Rājagaha, en la Arboleda de los Bambús, en el comedero de las ardillas. Un día, a última hora de la tarde, el venerable Sāriputta salió del retiro, fue a ver al venerable Moggallāna e intercambió saludos con él. Cuando terminaron los saludos y la conversación de cortesía, Sāriputta se sentó a un lado y le dijo a Mahāmoggallāna:

—Venerable Moggallāna, tus facultades son muy claras y tu cutis es puro y brillante. ¿Has pasado el día en una contemplación pacífica?

—Venerable, he pasado el día en una contemplación burda. Pero he tenido una charla sobre la Enseñanza.

—¿Con quién tuviste una charla sobre la Enseñanza?

—Con el Buddha.

—Pero venerable, el Buddha está lejos. Se aloja cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, en el monasterio de Anāthapiṇḍika. ¿Acudiste a él con tus poderes sobrenaturales o él acudió a ti?

—No, venerable, no fui a él con mis poderes sobrenaturales, ni él vino a mí. Más bien, el Buddha aclaró su clarividencia y clariaudiencia hacia mí, y yo aclaré mi clarividencia y clariaudiencia hacia él.

—¿Pero qué tipo de conversación sobre la Enseñanza tuvieron juntos?

—Bueno, venerable, le dije al Buddha:

—Señor, se habla de alguien que es enérgico. ¿Cómo se define una persona enérgica?

Cuando dije esto, el Buddha dijo:

—Moggallāna, es cuando un bhikkhu hace despertar el esfuerzo: «¡Con mucho gusto, que solo queden piel, tendones y huesos! ¡Que la carne y la sangre se consuman en mi cuerpo! No dejaré de intentarlo hasta que haya logrado lo que es posible con la fuerza, el esfuerzo y el vigor varoniles». Así es como una persona es enérgica.

Esa es la charla sobre la Enseñanza que tuve junto con el Buddha.

—Venerable, al lado del venerable Mahāmoggallāna soy como unos trozos de grava junto al Himalaya, el rey de las montañas. El venerable Mahāmoggallāna es tan fuerte y poderoso que podría, si quisiera, vivir por el eón.

—Venerable, al lado de Venerable Sāriputta soy como unos granos de sal junto a un montículo de sal. El venerable Sāriputta ha sido elogiado, encomiado y ensalzado por el Buddha:

«En sabiduría, ética y paz,

cualquier bhikkhu que haya cruzado puede,

en el mejor de los casos,

llegar a igualar a Sāriputta».

Y así, estos dos gigantes espirituales estuvieron de acuerdo con las bellas palabras de los demás.

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