SN 21.4: Un bhikkhu joven

En Sāvatthī.

Allí, cierto bhikkhu joven, después de su comida, al regresar de la ronda de limosnas, entró en su alojamiento, donde se adhirió a la pasividad y al silencio. Y no ayudó a los bhikkhus cuando llegó el momento de coser túnicas. Luego, varios bhikkhus se acercaron al Buddha, se inclinaron, se sentaron a un lado y le contaron lo que había sucedido.

Entonces el Buddha le dijo a un cierto bhikkhu:

—Por favor, bhikkhu, en mi nombre dile a aquel bhikkhu que el maestro te llama.

—Sí, Maestro —respondió ese bhikkhu. Se acercó a aquel bhikkhu y le dijo:

—Venerable, el maestro te llama.

—Sí, venerable —respondió aquel bhikkhu.

Se acercó al Buddha, se inclinó y se sentó a un lado. El Buddha le dijo:

—¿Es verdad, bhikkhu, que después de la comida, al regresar de la ronda de limosnas, entraste en tu alojamiento, donde te quedaste pasivo y en silencio, y no ayudaste a los bhikkhus cuando llegó el momento de coser las túnicas?

—Señor, estoy haciendo mi propio trabajo.

Entonces el Buddha, sabiendo lo que pensaba ese bhikkhu, se dirigió a los bhikkhus:

—Bhikkhus, no os quejéis de este bhikkhu. Este bhikkhu obtiene las cuatro jhānas cuando quiere, sin problemas ni dificultades. Ha realizado la culminación suprema de la vida de renuncia en esta misma vida, y vive habiendo logrado con sus habilidades paranormales el objetivo por el cual los jóvenes de buena familia pasan de la vida hogareña a la vida sin hogar.

Eso es lo que dijo el Buddha. Entonces el Señor, el Maestro, continuó diciendo:

«No por estar flojo, o con poca fuerza se realiza Nibbāna,

la liberación de todo sufrimiento.

Este joven bhikkhu, el mejor de los hombres,

lleva su cuerpo final, habiendo vencido al Māra y su montura».

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