En Sāvatthī.
Entonces el venerable Sujāta fue a ver al Buddha.
El Buddha lo vio acercarse a lo lejos y se dirigió a los bhikkhus:
—Este joven de buena familia es hermoso en ambos sentidos. Es atractivo, guapo, encantador, de una belleza incomparable. Y ha realizado el final supremo de la vida de renuncia en esta misma vida. Vive habiendo logrado con sus habilidades paranormales el objetivo por el que los jóvenes de buena familia pasan de la vida hogareña a la vida sin hogar.
Eso es lo que dijo el Buddha. Entonces el Señor, el Maestro, continuó diciendo:
«Este bhikkhu es verdaderamente hermoso.
Teniendo el propósito de llevar una vida recta,
no está atado, desapegado, extinguido mediante el no aferramiento.
Él lleva su cuerpo final, habiendo vencido a Māra y su montura».