En Sāvatthī.
El venerable Ānanda vio al venerable Sāriputta y le dijo:.
—Venerable Sāriputta, tus facultades son muy claras y tu cutis es puro y brillante. ¿Qué contemplación estabas practicado hoy?
—Venerable, al desaparecer el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento, entré y permanecí en la segunda jhāna, que tiene el placer, la felicidad y la alegría que surgen de la contemplación, con claridad y confianza subjetivas y con la mente concentrada. Pero no se me ocurrió: «estoy entrando en la segunda jhāna» o «he entrado en la segunda jhāna» o «estoy emergiendo de la segunda jhāna».
—Eso debe ser porque, venerable Sāriputta, hace mucho tiempo que erradicaste totalmente la creencia en el “yo”, la posesividad y la tendencia a la personificación. Por eso no se te ocurrió: «estoy entrando en la segunda jhāna» o «he entrado en la segunda jhāna» o «estoy emergiendo de la segunda jhāna».