SN 35.32: La práctica conducente al desarraigo (II)

—Bhikkhus, os enseñaré la práctica que conduce a desarraigar toda personificación. Escuchad….

—¿Y cuál es la práctica que conduce a desarraigar toda personificación? ¿Qué os parece, bhikkhus? ¿Es el ojo imperecedero o perecedero?

—Es perecedero, Maestro.

—Pero si es perecedero, ¿es agradable o desagradable?

—Desagradable, Maestro.

—Pero si es algo perecedero, es desagradable y susceptible de venirse abajo, ¿es digno de ser considerado así: «esto es mío, yo soy esto, sobre esto tengo control»?

—No, señor.

—¿Son las imágenes… el contacto visual… las qualia visuales… la reacción emocional desagradable, agradable o indiferente que surge condicionada por las qualia visuales, imperecedero o perecedero?

—Es perecedero, Maestro.

—Pero si es perecedero, ¿es agradable o desagradable?

—Desagradable, Maestro.

—Pero si es perecedero, es desagradable y es susceptible de venirse abajo, ¿es digno de ser considerado así: «esto es mío, yo soy esto, sobre esto tengo control»?

—No, señor…

—¿Es la oreja… la nariz… la lengua… el cuerpo… el intelecto… la reacción emocional agradable, desagradable o indiferente que surge condicionada por los pensamientos, imperecedero o perecedero?

—Es perecedero, Maestro.

—Pero si es perecedero, ¿es agradable o desagradable?

—Desagradable, Maestro.

—Pero si es perecedero, es desagradable y susceptible de venirse abajo, ¿es digno de ser considerado así: «esto es mío, yo soy esto, sobre esto tengo control»?

—No, señor.

—Al ver esto, un discípulo de los nobles entrenado se desilusiona con los ojos, con las imágenes, con el contacto visual y con las qualia visuales. Y se desilusiona con la reacción emocional desagradable, agradable o indiferente que surge condicionada por las qualia visuales.

Se desilusiona con la oreja… la nariz… la lengua… el cuerpo… Se desilusiona con el intelecto, las ideas, el contacto mental y los pensamientos. Y se desilusiona con las reacciones emocionales desagradables, agradables o indiferentes que surgen condicionadas por los pensamientos. Al estar desilusionado, el ansia se desvanece. Cuando el ansia se desvanece, se libera. Cuando está liberado, sabe que está liberado.

Entiende: «El renacimiento ha terminado, la vida de renuncia se ha completado, lo que tenía que hacerse se ha hecho, no hay retorno a ningún estado de existencia».

Esta es la práctica que conduce a desarraigar toda personificación.

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