SN 35.134: En Devadaha

Hubo un tiempo en que el Buddha se alojaba en la tierra de los sākkas, cerca de la ciudad sākka llamada Devadaha. Allí, el Buddha se dirigió a los bhikkhus:.

—De los seis campos de contacto, bhikkhus, no digo que todos los bhikkhus tengan trabajo que hacer con diligencia, ni digo que ninguno de ellos tenga trabajo que hacer con diligencia. Digo que, de los seis campos de contacto, los bhikkhus no tienen trabajo que hacer con diligencia si son Dignos, con las tendencias subyacentes en la conciencia erradicadas, habiendo completado la vida de renuncia, habiendo hecho lo que se tenía que hacer, habiendo dejado la carga, lograron su propia meta, pusieron fin por completo a la adicción al renacimiento y se liberaron correctamente a través de la episteme.

—¿Por qué es eso?

—Es porque ya han practicado diligentemente el entrenamiento, por lo que no pueden retroceder… Digo que, de los seis campos de contacto, los bhikkhus tienen trabajo que hacer con diligencia si son aprendices, que no han terminado con las tendencias subyacentes en la conciencia, pero viven aspirando a encontrar la paz suprema.

—¿Por qué es eso?

—Hay imágenes vistas por el ojo que son agradables y también desagradables. Aunque los experimenten una y otra vez, no ocupan la mente. El esfuerzo se despierta inquebrantable, su episteme está establecida y lúcida, el cuerpo está tranquilo y pacífico, y la conciencia está inmersa en contemplación. Al ver este fruto de la diligencia, digo que esos bhikkhus tienen trabajo que hacer con diligencia en los seis campos de contacto…

Hay ideas observadas por el intelecto que son agradables y también desagradables. Aunque las experimenten una y otra vez, no ocupan la mente. El esfuerzo se despierta inquebrantable, la episteme está establecida y lúcida, el cuerpo está tranquilo y pacífico, y la conciencia está inmersa en contemplación. Al ver este fruto de la diligencia, digo que esos bhikkhus tienen trabajo que hacer con diligencia en los seis campos de contacto.

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