SN 35.150: Una práctica propicia para Nibbāna

—Bhikkhus, os enseñaré una práctica que conduce a Nibbāna. Escuchad….

—¿Y cuál es esa práctica que conduce a Nibbāna? ¿Qué os parece, bhikkhus? ¿Es el ojo imperecedero o perecedero?

—Es perecedero, Maestro.

—Pero si es perecedero, ¿es agradable o desagradable?

—Desagradable, Maestro.

—Pero si es algo perecedero, es desagradable y susceptible de venirse abajo, ¿es digno de ser considerado así: «esto es mío, yo soy esto, sobre esto tengo control»?

—No, señor.

—¿Son las imágenes… el contacto visual… las qualia visuales… la reacción emocional agradable, desagradable o indiferente que surge condicionada por los pensamientos, imperecedera o perecedera?

—Es perecedera, Maestro.

—Pero si es perecedera, ¿es agradable o desagradable?

—Desagradable, Maestro.

—Pero si es algo perecedero, es desagradable y susceptible de venirse abajo, ¿es digno de ser considerado así: «esto es mío, yo soy esto, sobre esto tengo control»?

—No, señor.

Al ver esto, un discípulo de los nobles entrenado se desilusiona con los ojos, con las imágenes, con el contacto visual y con las qualia visuales. Y se desilusiona con la reacción emocional desagradable, agradable o indiferente que surge condicionada por las qualia visuales.

Se desilusiona con el oído… con la nariz… con la lengua… con el cuerpo… con el intelecto… reacción emocional desagradable, agradable o indiferente que surgen condicionadas por los pensamientos. Al estar desilusionado, el ansia se desvanece. Cuando el ansia se desvanece, se libera…

Entiende: «no hay retorno a ningún estado de existencia».

Esta es esa práctica que conduce a Nibbāna.

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