SN 35.162: Con Koṭṭhita sobre lo perecedero

Entonces el venerable Mahākoṭṭhita se acercó al Buddha y le preguntó:.

—Maestro, que el Buddha me imparta la Enseñanza brevemente. Cuando la escuche, viviré solo, recogido, diligente, ardoroso y resuelto.

—Koṭṭhita, debes renunciar al ansia por lo que es perecedero.

—¿Y qué es perecedero?

—Los ojos, las imágenes, el contacto visual y las qualia visuales son perecederas. Debes abandonar el ansia por ellas. La reacción emocional agradable, desagradable o indiferente que surge condicionada por las qualia visuales también es perecedera. Debes abandonar el ansia por ella.

El oído… la nariz… la lengua… el cuerpo… el intelecto, las ideas, el contacto mental y los pensamientos son perecederos: Debes abandonar el ansia por ellos. Las reacciones emocionales agradables, desagradables o indiferentes que surgen condicionadas por los pensamientos también son perecederas: Debes renunciar al ansia por ellas.

Koṭṭhita, debes renunciar al ansia de lo que es perecedero.

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