—La gente habla de la «tercera jhāna». ¿Cuál es la tercera jhāna?
—Se me ocurrió que con el desvanecimiento del placer, un bhikkhu entra y se sumerge en la tercera jhāna, donde entrena con impasibilidad, diligente y decidido, experimentando personalmente la felicidad de la cual los nobles declaran: «Impasible y decidido, uno contempla feliz». A esto se le llama la tercera jhāna.
Y así… estaba entrando y permaneciendo en la tercera jhāna. Mientras estaba en esa contemplación, no lograba desvanecer el placer.
Entonces el Buddha se acercó a mí con sus habilidades paranormales y dijo:.
—¡Moggallāna, Moggallāna! ¡No descuides la tercera jhāna, brahmán! Establece tu conciencia en la tercera jhāna, concentra tu mente y sumérgela en la tercera jhāna.
Y así, después de algún tiempo… entré y me quedé en la tercera jhāna. Entonces, si alguien debería ser llamado con razón, discípulo que alcanzó las habilidades paranormales con la ayuda del Maestro, ese soy yo.