Hubo un tiempo en que varios bhikkhus mayores se alojaban cerca de Macchikāsaṇda en la arboleda de los Mangos Silvestres. Allí, después de la comida, al regresar de la ronda de limosnas, varios bhikkhus mayores se sentaron juntos en el pabellón y esta discusión surgió entre ellos:.
—Venerables, las «adicciones» y las «cosas propensas a la adicción»: ¿Difieren estas cosas tanto en el significado como en la expresión? ¿O significan lo mismo y solo difieren en la expresión?
Algunos bhikkhus de mayor antigüedad respondieron así:.
—Venerables, las «adicciones» y las «cosas propensas a la adicción» difieren tanto en el significado como en la expresión.
Pero algunos bhikkhus de mayor antigüedad respondieron así:.
—Venerables, las «adicciones» y las «cosas propensas a la adicción» significan lo mismo, difieren solo en la expresión.
Allí, el cabeza de familia Citta había llegado a Migapathaka por algún asunto. Se enteró de lo que estaban discutiendo esos bhikkhus mayores.
Así que se acercó a ellos, se inclinó, se sentó a un lado y les dijo:.
—Señores, escuché que estaban discutiendo si las «adicciones» y las «cosas propensas a la adicción» difieren tanto en el significado como en la expresión, o si significan lo mismo y solo difieren en la expresión.
—Así es, cabeza de familia.
—Señores, las «adicciones» y las «cosas propensas a la adicción»: Estas cosas difieren tanto en el significado como en la expresión.
Bien, entonces, Señores, les haré un símil. Porque mediante un símil algunas personas sensatas comprenden el significado de lo que se dice.
Supongamos que hubiera un buey negro y un buey blanco unidos por un solo arnés o yugo. ¿Sería correcto decir que el buey negro es el yugo del buey blanco, o el buey blanco es el yugo del buey negro?
—No, cabeza de familia. El buey negro no es yugo del buey blanco, ni el buey blanco es yugo del buey negro. El yugo es el único arnés o yugo por el que están unidos.
—De la misma manera, el ojo no es la adicción de las imágenes, ni las imágenes son la adicción del ojo. La adicción es el deseo y el ansia que surgen de ambos.
El oído… la nariz… la lengua… el cuerpo… el intelecto no es la adicción de las ideas, ni las ideas son la adicción del intelecto. La adicción es el deseo y el ansia que surgen de ambos.
—Eres afortunado, cabeza de familia, muy afortunado de atravesar las profundas Enseñanzas del Buddha con el ojo de la sabiduría.