SN 44.10: Con Ānanda

Entonces, el bhikkhu Vacchagotta se acercó al Buddha e intercambió saludos con él. Cuando terminaron los saludos y la conversación de cortesía, se sentó a un lado y le dijo al Buddha:.

—Maestro Gotama, ¿existe el “yo” absolutamente?

Pero cuando dijo esto, el Buddha guardó silencio.

—¿Entonces el “yo” no existe absolutamente?

Pero por segunda vez el Buddha guardó silencio. Entonces el bhikkhu Vacchagotta se levantó de su asiento y se fue.

Y luego, poco después de que Vacchagotta se fuera, el venerable Ānanda le dijo al Buddha:.

—Maestro, ¿por qué no respondió a la pregunta de Vacchagotta?

—Ananda, cuando Vacchagotta me preguntó si el “yo” existe absolutamente, si hubiera respondido que «el “yo” existe absolutamente», me habría puesto de lado de los ascetas y brahmanes que son eternalistas. Cuando Vacchagotta me preguntó si el “yo” no existe absolutamente, si hubiera respondido que «el “yo” no existe absolutamente», me habría puesto de lado de los ascetas y brahmanes que son aniquilacionistas.

Cuando Vacchagotta me preguntó si el “yo” existe absolutamente, si hubiera respondido que «el “yo” existe absolutamente», ¿eso habría ayudado a dar lugar a la episteme de que todas las cosas no soy “yo”?

—No, señor.

—Cuando Vacchagotta me preguntó si el “yo” no existe absolutamente, si hubiera respondido que «el “yo” no existe absolutamente», Vacchagotta, que ya está confundido, se habría confundido aún más, pensando: «parece que el “yo” que una vez tuve ya ha dejado de existir».

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