—Supongamos que una persona quitara toda la hierba, palos, ramas y hojas del Continente Central, las juntara en una pila y las convirtiera en estacas. Luego empalaría a las grandes criaturas del océano en grandes estacas, las criaturas de tamaño mediano en estacas de tamaño mediano, y las pequeñas criaturas en pequeñas estacas. No se quedaría sin criaturas considerables en el océano antes de usar toda la hierba, palos, ramas y hojas del Continente Central. Hay muchas más criaturas pequeñas en el océano que esto, por lo que no sería factible empalarlas en estacas.
—¿Por qué es eso?
—Debido al pequeño tamaño de esas formas de vida. Así de grande es el plano de la pérdida. Una persona que ve las cosas como son, liberada de este vasto plano de dolor, comprende verdaderamente: «Esto es sufrimiento…». «Este es el origen del sufrimiento…». «Este es el cese del sufrimiento…». «Esta es la práctica que conduce a la cese del sufrimiento».
Por eso debéis practicar la contemplación.