—Si, bhikkhus, un bhikkhu construye una benevolencia aunque sea tan corta como un chasquido de dedos, se dice de él que es un bhikkhu al que no le falta concentración, que sigue las instrucciones del Maestro, que responde a los consejos y que no se come en vano las limosnas del país. ¡Cuánto más aquellos que lo aprovechan!