AN 2.11

—Hay, bhikkhus, estos dos poderes.

—¿Qué dos poderes?

—El poder de la reflexión y el poder del desarrollo.

—¿Y, bhikkhus, qué es el poder de la reflexión?

—Es cuando alguien reflexiona: «La mala conducta del cuerpo, del habla o de la mente tiene resultados malos y dolorosos tanto en esta vida como en la siguiente». Reflexionando así, abandona la mala conducta en el cuerpo, en el habla y en la mente, y cultiva una buena conducta en el cuerpo, en el habla y en la mente, manteniéndose puro. A esto se le llama poder de reflexión.

—¿Y qué es el poder del desarrollo?

—El poder del desarrollo es el poder de los aprendices. Porque cuando confías en el poder de un aprendiz, abandonas el ansia, la aversión y la ignorancia. Entonces, ya no hace nada malsano y no se siguen los malos instintos. Esto se llama el poder del desarrollo, y estos son los dos poderes, bhikkhus.

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