AN 10.2: Pedir este deseo

—Bhikkhus, una persona ética, que ha cumplido una conducta ética, no necesita pedir este deseo: «¡Que no tenga remordimientos!». Es natural que una persona ética no tenga remordimientos.

Cuando no tiene remordimientos, no necesita pedir este deseo: «¡Que pueda sentir alegría!». Es natural que la alegría brote cuando no tiene remordimientos.

Cuando siente alegría, no necesita pedir este deseo: «¡Que pueda experimentar el placer!». Es natural que el placer surja cuando está alegre.

Cuando su mente está llena de placer, no necesita pedir este deseo: «¡Que mi cuerpo se tranquilice!». Es natural que su cuerpo se tranquilice cuando su mente está llena de placer.

Cuando su cuerpo está tranquilo, no necesita pedir este deseo: «¡Ojalá me sienta feliz!». Es natural sentirse feliz cuando su cuerpo está tranquilo.

Cuando sienta felicidad, no necesita pedir este deseo: «¡Que mi mente se sumerja en contemplación!». Es natural que la mente se sumerja en contemplación cuando se siente feliz.

Cuando su mente está inmersa en la contemplación, no necesita pedir este deseo: «¡Que pueda alcanzar la verdadera gnosis!». Es natural alcanzar la verdadera gnosis cuando su mente está inmersa en la contemplación.

Cuando tiene la verdadera gnosis, no necesita pedir este deseo: «¡Que me desilusione y me desapasione!». Es natural sentirse desilusionado y desapasionado cuando tiene la verdadera gnosis.

Cuando está desilusionado y desapasionado, no necesita pedir este deseo: «¡Que pueda realizar la episteme que lleva a la liberación!». Es natural lograr la episteme que lleva a la liberación cuando está desilusionado y desapasionado.

Y así, bhikkhus, la episteme que lleva a la liberación es el propósito y el beneficio de la sabiduría y el desaferramiento. La sabiduría y el desaferramiento es el propósito y el beneficio de la verdadera gnosis. La verdadera gnosis es el propósito y el beneficio de la contemplación. La contemplación es el propósito y el beneficio de la felicidad. La felicidad es el propósito y el beneficio de la tranquilidad. La tranquilidad es el propósito y el beneficio del placer. El placer es el propósito y el beneficio de la alegría. La alegría es el propósito y el beneficio de no tener remordimientos. No tener remordimientos es el propósito y el beneficio de una buena ética.

Y así, bhikkhus, las buenas cualidades fluyen y se llenan unas a otras, para ir de la orilla cercana a la orilla lejana.

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