—Bhikkhus, consideren a una persona que tiene una creencia, una disposición, un discurso, una acción, una conducta, un esfuerzo, una práctica, una concentración y un conocimiento que llevan a una liberación incorrecta.
—Cualesquiera que sean las acciones corporales, verbales o mentales que emprenda de acuerdo con esa creencia, sus disposiciones, objetivos y condiciones conducen a lo que es desagradable, indeseable, amargo, dañino y penoso.
—¿Por qué razón?
—Porque su creencia es mala.
Supongamos que se planta una semilla de neem, o de dringi del Continente Central o de calabaza amarga en tierra húmeda.
—Cualesquiera que sean los nutrientes que absorba de la tierra y el agua, producirán su sabor amargo, ácido y desagradable.
—¿Por qué razón?
—Porque la semilla es mala. De la misma manera, consideremos a una persona que tiene una creencia, una disposición, un discurso, una acción, una conducta, un esfuerzo, una práctica, una concentración y un conocimiento que llevan a una liberación incorrecta.
—Cualesquiera que sean las acciones corporales, verbales o mentales que emprendan de acuerdo con esa creencia, sus disposiciones, objetivos y condiciones conducen a lo que es desagradable, indeseable, amargo, dañino y penoso.
—¿Por qué razón?
—Porque su creencia es mala.
Consideremos a una persona que tiene la creencia, el pensamiento, el discurso, la acción, la conducta, el esfuerzo, la práctica correcta, la contemplación, la episteme y la liberación correctos.
Independientemente de las acciones corporales, verbales o mentales que emprenda de acuerdo con esa creencia, sus disposiciones, objetivos y condiciones conducen a lo que es agradable, deseable, satisfactorio, beneficioso y placentero.
—¿Por qué razón?
—Porque su creencia es buena.
Supongamos que se planta una semilla de caña de azúcar, arroz fino o una uva en tierra húmeda.
Cualesquiera que sean los nutrientes que absorba de la tierra y el agua, obtendrán su sabor dulce, agradable y delicioso.
—¿Por qué razón?
—Porque la semilla es buena.
De la misma manera, consideremos a una persona que tiene la creencia, el pensamiento, el discurso, la acción, la conducta, el esfuerzo, la práctica correcta, la contemplación, la episteme y la liberación correctos.
Independientemente de las acciones corporales, verbales o mentales que emprendan de acuerdo con esa creencia, sus disposiciones, objetivos y condiciones conducen a lo que es agradable, deseable, satisfactorio, beneficioso y placentero.
—¿Por qué razón?
—Porque su creencia es buena.
