AN 11.16: El hombre de la ciudad de Aṭṭhaka

En cierto momento, el venerable Ānanda se alojaba cerca de Vesāli en el pequeño pueblo de Beluva. En ese momento, el cabeza de familia Dasama de la ciudad de Aṭṭhaka había llegado a Pāṭaliputta por algún asunto. Fue al Monasterio de los Pollos, se acercó a cierto bhikkhu y le dijo:

—Señor, ¿dónde se hospeda ahora el venerable Ānanda? Quiero verlo.

—Cabeza de familia, venerable Ānanda se aloja cerca de Vesāli en el pequeño pueblo de Beluva.

Luego, el cabeza de familia Dasama, habiendo concluido sus negocios allí, fue a la pequeña aldea de Beluva en Vesāli para ver a Ānanda. Se inclinó, se sentó a un lado y le dijo a Ānanda:

—Señor, Ānanda, ¿hay algo que haya sido correctamente explicado por el Bendito, quien conoce y ve, el Digno, el Buddha completamente iluminado, practicando lo cual la mente de un bhikkhu diligente, agudo y resuelto, se libera, sus tendencias subyacentes son terminadas, y llega a la incomparable liberación de las adicciones?

—Lo hay, cabeza de familia.

—¿Y qué es eso?

—Cabeza de familia, es cuando un bhikkhu, completamente apartado de los placeres sensoriales, apartado de las cualidades perjudiciales, entra y se sumerge en la primera jhāna, que tiene el placer, la felicidad y la alegría que surgen del recogimiento, mientras dirige la mente y la mantiene concentrada.

Luego reflexiona: «Incluso esta primera jhāna es producida por una situación condicional». Él entiende: «Pero todo lo que se produce por una situación condicional es perecedero y susceptible de cesar».

Siendo constante en esto logra el fin de las tendencias subyacentes. Si no logra el fin de las tendencias subyacentes, con la erradicación de las cinco adicciones que unen al mundo inferior, renace sin padres, debido a su afición y amor por esta contemplación. Allí se extingue y no es probable que regrese de ese mundo.

Esta es una cosa que ha sido correctamente explicada por el Bendito: quien sabe y ve.

Además, a medida que desaparece el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento, entra y se sumerge en la segunda jhāna… En la tercera jhāna… En la cuarta jhāna. Luego reflexiona: «Incluso esta cuarta jhāna es producida por una situación condicional». Él entiende: «Pero todo lo que se produce por una situación condicional es perecedero y susceptible de cesar».

Siendo constante en esto logra el fin de las tendencias subyacentes. Si no logra el fin de las tendencias subyacentes, con la erradicación de las cinco adicciones que unen al mundo inferior, renace sin padres, debido a su afición y amor por esta contemplación. Allí se extingue y no es probable que regrese de ese mundo. Esto también es algo que ha sido correctamente explicado por el Bendito, quien conoce y ve, el Digno, el Buddha completamente iluminado, practicando lo cual un diligente, entusiasta, sus tendencias subyacentes terminan y llega al santuario supremo.

Además, un bhikkhu esparce pensamientos de benevolencia en una dirección, y en la segunda, en la tercera y en la cuarta. De la misma manera, arriba, abajo, a través, en todas partes, por todos lados, esparce pensamientos de benevolencia al mundo entero: abundantes, expansivos, ilimitados, libres de enemistad y de malevolencia.

Luego reflexiona: «Incluso la liberación de esta mente por la benevolencia es producida por una situación condicional». Él entiende: «Pero todo lo que se produce por una situación condicional es perecedero y susceptible de cesar».

Siendo constante en esto logra el fin de las tendencias subyacentes. Si no logra el fin de las tendencias subyacentes, con la erradicación de las cinco adicciones que unen al mundo inferior, renace sin padres, debido a su afición y amor por esta contemplación. Allí se extingue y no es probable que regrese de ese mundo.

Además, un bhikkhu esparce pensamientos de misericordia… Esparce pensamientos de congratulaciones… Esparce pensamientos de impasibilidad en una dirección, y en la segunda, y en la tercera, y en la cuarta. De la misma manera, arriba, abajo, a través, en todas partes, esparce pensamientos de impasibilidad a todo el mundo: abundantes, expansivos, ilimitados, libres de enemistad y aversión.

Luego reflexiona: «Incluso la liberación de esta mente por la impasibilidad es producida por una situación condicional». Él entiende: «Pero todo lo que se produce por una situación condicional es perecedero y susceptible de cesar».

Siendo constante en esto logra el fin de las tendencias subyacentes. Si no logra el fin de las tendencias subyacentes, con la erradicación de las cinco adicciones que unen al mundo inferior, renace sin padres, por su afición y amor por esta contemplación. Allí se extingue y no es probable que regrese de ese mundo. Esto también es algo que ha sido explicado correctamente por el Bendito…

Además, un bhikkhu, yendo totalmente más allá de las percepciones de las qualia, superando toda percepción sensorial, abandonando las distracciones, consciente de que «es un Lugar Vacío», entra y se sumerge en la dimensión de un Lugar Vacío.

Luego reflexiona: «Incluso este logro de la dimensión de un Lugar Vacío es producido por una situación condicional». Él entiende: «Pero todo lo que se produce por una situación condicional es perecedero y susceptible de cesar».

Siendo constante en esto logra el fin de las tendencias subyacentes. Si no logra el fin de las tendencias subyacentes, con la erradicación de las cinco adicciones que unen al mundo inferior, renace sin padres, debido a su afición y amor por esta contemplación. Allí se extingue y no es probable que regrese de ese mundo. Esto también es algo que ha sido explicado correctamente por el Bendito…

Además, un bhikkhu, yendo totalmente más allá de la dimensión de un Lugar Vacío, consciente de que «es un Lugar Sin Límites Conocidos», entra y se sumerge en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos. Yendo totalmente más allá de un Lugar Sin Límites Conocidos, consciente de que «no hay Ningún Lugar», entra y se sumerge en Ningún Lugar.

Entonces reflexiona: «Incluso este logro de la dimensión de Ningún Lugar es producido por una situación condicional». Él entiende: «Pero todo lo que se produce por una situación condicional es perecedero y susceptible de cesar».

Siendo constante en esto logra el fin de las tendencias subyacentes. Si no logra el fin de las tendencias subyacentes, con la erradicación de las cinco adicciones que unen al mundo inferior, renace sin padres, debido a su afición y amor por esta contemplación. Allí se extingue, y no está sujeto a regresar de este mundo. Esto también es algo que ha sido correctamente explicado por el Bendito, quien conoce y ve, el Digno, el Buddha completamente iluminado, practicando lo cual la mente de un bhikkhu diligente, aguda y resuelta se libera, sus tendencias subyacentes se destruyen y alcanza la incomparable liberación de las adicciones.

Cuando dijo esto, el cabeza de familia Dasama le dijo al venerable Ānanda:

—Señor, supongamos que una persona busca la entrada a un tesoro escondido. ¡Y de repente se topa con once entradas! De la misma manera, buscaba la puerta a lo inmortal. Y de repente me enteré de las once puertas de lo inmortal.

Supongamos que una persona tiene una casa con once puertas. Si la casa se incendia, podría huir a un lugar seguro a través de cualquiera de esas puertas. De la misma manera, puedo huir a un lugar seguro a través de cualquiera de estas once puertas hacia lo inmortal. Señor, quienes siguen otros caminos buscan una retribución para el maestro. ¿Por qué no debería hacerle una ofrenda al venerable Ānanda?

Luego, el cabeza de familia Dasama, después de haber reunido el Saṅgha de Vesāli y Pāṭaliputta, les sirvió y los satisfizo con sus propias manos con una variedad de comidas deliciosas. Él vistió a todos y cada uno de los bhikkhus con un par de prendas, con un juego de tres túnicas para Ānanda. Y mandó construir una vivienda por valor de quinientas kahapanas para Ānanda.

AN 11.15: Los beneficios de la benevolencia

—Bhikkhus, pueden esperar once beneficios cuando la benevolencia se ha practicado, desarrollado y ejercido, se ha convertido en un vehículo y una base, se ha mantenido, se ha consolidado y se ha aplicado correctamente.

—¿Qué once?

—Duermes bien. Te despiertas feliz. No tienes pesadillas. Los humanos te aman. Los no humanos te aman. Los devas te protegen. No te puede dañar el fuego, el veneno o la espada. Tu mente entra rápidamente en contemplación. Tu rostro es claro y brillante. No te sientes perdido cuando mueres. Si no penetras más alto, renacerás en un reino de Brahmā.

Se pueden esperar once beneficios cuando la benevolencia se ha practicado, desarrollado y ejercido, se ha convertido en un vehículo y una base, se ha mantenido, se ha consolidado y se ha implementado correctamente.

AN 11.14: Con Subhūti

Y luego el venerable Subhūti junto con el bhikkhu Saddha se acercó al Buddha, se inclinó y se sentó a un lado.

El Buddha le dijo:

—Subhūti, ¿cómo se llama este bhikkhu?

—Señor, el nombre de este bhikkhu es Saddha. Es el hijo del laico Saddha, y por fe ha pasado de la vida hogareña a la vida sin hogar.

—Bueno, espero que este bhikkhu Saddha muestre los resultados de la fe.

—¡Ahora es el momento, Bendito! ¡Ahora es el momento, Bienaventurado! Que el Buddha hable sobre los resultados de la fe. Ahora descubriré si este bhikkhu llamado Saddha exhibe los resultados de la fe.

—Bueno, entonces, Subhūti, escucha y presta mucha atención, hablaré.

—Sí, señor —respondió Subhūti.

El Buddha dijo esto:

—En primer lugar, un bhikkhu es ético, es cumplidor del código monástico, se porta bien y busca limosna en los lugares adecuados. Al ver el peligro en la más mínima falta, mantiene las reglas a las que se ha comprometido. Un bhikkhu es ético como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu es muy culto, recuerda y guarda lo que ha aprendido. Estas Enseñanzas son buenas al principio, buenas en el medio y buenas al final, significativas y bien redactadas, y describen una práctica que es completamente plena y pura. Es muy experto en tales enseñanzas, recordándolas, reforzándolas, recitándolas, analizándolas mentalmente y comprendiéndolas teóricamente. Un bhikkhu aprende como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu tiene buenos amigos, compañeros y socios. Un bhikkhu tiene buenos amigos como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu es fácil de amonestar, tiene cualidades que lo hace fácil de amonestar. Es paciente y recibe las instrucciones con respeto. Un bhikkhu es fácil de amonestar como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu es hábil e incansable en una amplia gama de deberes para con sus compañeros renunciantes, entendiendo cómo hacer las cosas para completar y organizar el trabajo. Un bhikkhu es hábil e incansable en una amplia gama de deberes como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu ama las enseñanzas y es un placer conversar con él, estando lleno de placer en la Enseñanza y la Disciplina. Un bhikkhu ama las enseñanzas, es el resultado de la fe.

Además, un bhikkhu es resuelto y enérgico para renunciar a las cualidades perjudiciales y abrazar cualidades meritorias. Es fuerte, incondicionalmente vigoroso, no se afloja cuando se trata de desarrollar cualidades meritorias. Un bhikkhu es enérgico como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu obtiene las cuatro jhānas cuando lo desea, sin problemas ni dificultades. Un bhikkhu obtiene las cuatro jhānas como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu recuerda muchos tipos de vidas pasadas. Es decir: uno, dos, tres, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien, mil, cien mil renacimientos, muchos eones del mundo contrayéndose, muchos eones del mundo expandiéndose, muchos eones del mundo contrayéndose y expandiéndose. Recuerda: «Allí, me llamaron así, mi clan era aquel, me veía así, y esa era mi comida». Así fue como sentí placer y dolor, y así fue como terminó mi vida. Cuando fallecí en ese lugar, renací en otro lugar. Allí también me llamaron así, mi clan era aquel, me veía así y esa era mi comida. Así fue como sentí placer y dolor, y así fue como terminó mi vida. «Cuando fallecí en ese lugar, renací aquí».

Y así recuerda sus muchos tipos de vidas pasadas, con sus características y detalles.

Además, con una clarividencia purificada y sobrehumana, un bhikkhu ve a los seres morir y renacer, inferiores y superiores, hermosos y feos, en un buen o mal lugar. Comprende cómo los seres renacen de acuerdo con sus acciones. «Seguramente estos seres hicieron cosas malas a través del cuerpo, del habla y de la mente. Hablaban mal de los nobles, tenían una creencia incorrecta, y actuaron de esa manera equivocada». Cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacen en un lugar de pérdida, un mal lugar, el inframundo, el infierno. Sin embargo, seguramente estos seres hicieron cosas buenas a través del cuerpo, del habla y de la mente. Nunca hablaron mal de los nobles, tenían la creencia correcta, y actuaron desde esa correcta creencia. «Cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacerá en un buen lugar, un reino celestial». Y entonces, con una clarividencia purificada y sobrehumana, ve a los seres morir y renacer: inferiores y superiores, hermosos y feos, en un buen o mal lugar. Comprende cómo los seres renacen de acuerdo con sus acciones. Un bhikkhu tiene una clarividencia purificada y sobrehumana como resultado de la fe.

Además, un bhikkhu ha logrado la liberación de la conciencia y la liberación mediante la episteme en esta misma vida, y vive habiendo realizado con sus habilidades paranormales, el fin de las tendencias subyacentes. Un bhikkhu ha terminado con las tendencias subyacentes como resultado de la fe.

Cuando dijo esto, el venerable Subhūti le dijo al Buddha:

—Señor, los resultados de la fe para una persona con fe de la que habla el Buddha se encuentra en este bhikkhu, los exhibe.

Este bhikkhu es ético…

Este bhikkhu es culto…

Este bhikkhu tiene buenos amigos…

Este bhikkhu es fácil de amonestar…

Este bhikkhu es hábil e incansable en una amplia gama de funciones…

Este bhikkhu ama las enseñanzas…

Este bhikkhu es enérgico…

Este bhikkhu obtiene las cuatro jhānas…

Este bhikkhu recuerda sus muchos tipos de vidas pasadas…

Este bhikkhu tiene una clarividencia que se purifica y supera a la humana…

Este bhikkhu ha terminado con las tendencias subyacentes…

Los resultados de la fe en una persona con fe de los que habla el Buddha, se encuentran en este bhikkhu, los exhibe.

—¡Bien, bien, Subhūti! Entonces, Subhūti, deberías vivir junto con este bhikkhu llamado Saddha. Y cuando quieras ver al Tathāgata, debes venir con él.

AN 11.13: Con Nandiya

Hubo un tiempo en que el Buddha se encontraba en la tierra de los sākkas, cerca de Kapilavatthu en el Monasterio del Baniano. En ese momento, el Buddha quería comenzar la residencia de lluvias En Sāvatthī.

Nandiya, el sākka, se enteró de esto y pensó: «¿Por qué no comienzo la residencia de lluvias en Sāvatthī? Allí puedo dedicarme a mi trabajo y de vez en cuando acercarme a ver al Buddha». De modo que el Buddha comenzó la residencia de lluvias en Sāvatthī, y también lo hizo Nandiya. Allí se dedicó a su trabajo y de vez en cuando, se acercó a ver al Buddha. En ese momento varios bhikkhus estaban confeccionando una túnica para el Buddha, pensando que cuando su túnica estuviera terminada y los tres meses de la residencia de lluvias hubieran pasado, el Buddha se pondría a vagar.

Nandiya, el sākka, se enteró de esto. Se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:

—Señor, he oído que varios bhikkhus están haciendo una túnica para el Buddha, pensando que cuando su túnica estuviera terminada y los tres meses de la residencia de lluvias hubieran pasado, el Buddha se pondría a vagar. Ahora, pasamos nuestra vida entre muchos compromisos, ¿en qué deberíamos practicar?

—¡Bien, buen Nandiya! Es apropiado que señores como tú se acerquen a mí y me pregunten: «Pasamos nuestra vida entre muchos compromisos, ¿en qué deberíamos practicar?».

—Los que tienen fe triunfan, no los que no tienen fe. Los éticos triunfan, no los inmorales. Los enérgicos triunfan, no los perezosos. El consciente triunfa, no el desmemoriado. Aquél con la contemplación tiene éxito, no aquél sin concentración. Los sabios triunfan, no los tontos. Cuando estés basado en estas seis cosas, continúa desarrollando cinco cosas más.

En primer lugar, debes recordar al Tathāgata: «Ese Bendito es un Digno, un Buddha completamente iluminado, realizado en conocimiento y conducta, bienaventurado, conocedor del mundo, guía incomparable para los que deben ser entrenados, maestro de devas y humanos, despierto, bendito». De esta manera debes establecer la práctica correcta subjetivamente basada en el Tathāgata.

Además, debes recordar la Enseñanza: «La Enseñanza está bien explicada por el Buddha: visible en esta misma vida, inmediatamente efectiva, que invita a la verificación, relevante, para que la gente sensata pueda conocerla por sí misma». De esta manera debes establecer la práctica correcta subjetivamente basada en la Enseñanza.

Además, debes recordar a tus buenos amigos: «Soy afortunado, muy afortunado de tener buenos amigos que me aconsejan e instruyen con bondad y misericordia». De esta manera debes establecer la práctica correcta subjetivamente basada en buenos amigos.

Además, debes recordar tu propia generosidad: «Soy muy afortunado, muy afortunado. Entre gente con la mente colmada del defecto de la avaricia, vivo en casa libre de avaricia, desprendido, generoso, complacido de dar, comprometido con la dádiva, gustoso de dar y compartir». De esta forma debes establecer la práctica correcta subjetivamente basada en la generosidad.

Además, debes recordar a los devas: «Hay devas que, superando a los de la compañía de los devas que consumen alimentos sólidos, renacen en una cierta hueste de Devas Creados por la Mente». No ve en sí mismo nada más que hacer, ni nada que necesite mejorar.

Un bhikkhu irreversiblemente liberado no ve en sí mismo nada más que hacer o algo que necesite mejorar. De la misma manera, Nandiya, hay devas que, superando a la compañía de los devas que consumen alimentos sólidos, renacen en una cierta hueste de Devas Creados por la Mente. No ve en sí mismo nada más que hacer ni nada que necesite mejorar. De esta manera debes establecer la práctica correcta subjetivamente basada en los devas. Un discípulo de los nobles que tiene estas once cualidades renuncia a los defectos perjudiciales y no se aferra a ellos. Es como cuando se vuelca una olla llena de agua, en la que el agua se vacía y no vuelve a entrar.

Supongamos que hay un incendio descontrolado. Avanza quemando bosques secos y no retrocede sobre lo que ha quemado. De la misma manera, un discípulo de los nobles que tiene estas once cualidades renuncia a los defectos perjudiciales y no se aferra a ellos.

AN 11.12: Con Mahānāma (II)

Hubo un tiempo en que el Buddha se encontraba en la tierra de los sākkas, cerca de Kapilavatthu en el Monasterio del Baniano. En ese momento, Mahānāma, el sākka, se había recuperado recientemente de una enfermedad. En ese momento varios bhikkhus estaban haciendo una túnica para el Buddha…

Mahānāma, el sākka, se enteró de esto. Se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:

—Señor, he oído que varios bhikkhus están haciendo una túnica para el Buddha, pensando que cuando su túnica estuviera terminada y los tres meses de la residencia de lluvias hubieran pasado, el Buddha se pondría a vagar. Ahora, pasamos nuestra vida entre muchos compromisos, ¿en qué deberíamos practicar?

—¡Bien, bien, Mahānāma! Es apropiado que señores como tú se acerquen a mí y me pregunten: «Pasamos nuestra vida entre muchos compromisos, ¿en qué deberíamos practicar?».

Los que tienen fe triunfan, no los que no tienen fe. Los enérgicos triunfan, no los perezosos. El consciente triunfa, no el desmemoriado. Aquél con la contemplación tiene éxito, no aquél sin concentración. Los sabios triunfan, no los tontos.

Cuando estás basado en estas cinco cosas, continúas desarrollando seis cosas más.

En primer lugar, debes recordar al Tathāgata: «Ese Bendito es un Digno, un Buddha completamente iluminado, realizado en conocimiento y conducta, bienaventurado, conocedor del mundo, guía incomparable para los que deben ser entrenados, maestro de devas y humanos, despierto, bendito».

Cuando un discípulo de los nobles recuerda al Tathāgata, su mente no está llena de ansia, ni de aversión ni de ignorancia. En ese momento, su mente es inquebrantable, basada en el Tathāgata. Un discípulo de los nobles cuya mente es inquebrantable encuentra placer en el significado y la enseñanza, y encuentra placer relacionado con la Enseñanza. Cuando están alegres, surge el placer. Cuando la mente está llena de placer, el cuerpo se tranquiliza. Cuando el cuerpo está tranquilo, siente felicidad. Y cuando está feliz, la mente se sumerge en la contemplación. Debes desarrollar este recuerdo del Buddha mientras caminas, estás de pie, sentado, acostado, mientras trabajas y mientras estás en casa con tus hijos.

Además, debes recordar la Enseñanza… el Saṅgha… tu propia conducta ética… tu propia generosidad… Los devas…

Cuando un discípulo de los nobles recuerda la fe, la ética, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría tanto de sí mismo como de los devas, su mente no está completa del ansia, de la aversión y de la ignorancia. En ese momento su mente es inquebrantable, basada en los devas. Un discípulo de los nobles cuya mente es inquebrantable encuentra placer en el significado y la enseñanza, y encuentra placer relacionado con la Enseñanza. Cuando está alegre, surge el placer. Cuando la mente está llena de placer, el cuerpo se tranquiliza. Cuando el cuerpo está tranquilo, siente felicidad. Y cuando está feliz, la mente se sumerge en la contemplación.

Debes desarrollar este recuerdo de los devas mientras caminas, estás de pie, sentado, acostado, mientras trabajas y mientras estás en casa con tus hijos.

AN 11.11: Con Mahānāma (I)

Hubo un tiempo en que el Buddha se encontraba en la tierra de los sākkas, cerca de Kapilavatthu en el Monasterio del Baniano.

En ese momento varios bhikkhus estaban confeccionando una túnica para el Buddha, pensando que, cuando su túnica estuviera terminada y los tres meses de la residencia de lluvias hubieran pasado, el Buddha se pondría a vagar.

Mahānāma, el sākka, se enteró de esto. Se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:

—Señor, he oído que varios bhikkhus están haciendo una túnica para el Buddha, pensando que cuando su túnica estuviera terminada y los tres meses de la residencia de lluvias hubieran pasado, el Buddha se pondría a vagar. Ahora, pasamos nuestra vida entre muchos compromisos, ¿en qué deberíamos practicar?

—¡Bien, bien, Mahānāma! Es apropiado que señores como tú se acerquen a mí y me pregunten: «Pasamos nuestra vida entre muchos compromisos, ¿en qué deberíamos practicar?».

Los que tienen fe triunfan, no los que no tienen fe. Los enérgicos triunfan, no los perezosos. El consciente triunfa, no el desmemoriado. Aquél que tiene concentración tiene éxito, no aquél sin concentración. Los sabios triunfan, no los tontos. Cuando estés basado en estas cinco cosas, continúa desarrollando seis cosas más.

En primer lugar, debes recordar al Tathāgata: «Ese Bendito es un Digno, un Buddha completamente iluminado, realizado en conocimiento y conducta, bienaventurado, conocedor del mundo, guía incomparable para los que deben ser entrenados, maestro de devas y humanos, despierto, bendito». Cuando un discípulo de los nobles recuerda al Tathāgata, su mente no está llena de ansia, ni de aversión ni de ignorancia. En ese momento, su mente es inquebrantable, basada en el Tathāgata. Un discípulo de los nobles cuya mente es inquebrantable encuentra placer en el significado y la enseñanza, y encuentra placer relacionado con la Enseñanza. Cuando están alegres, surge el placer. Cuando la mente está llena de placer, el cuerpo se tranquiliza. Cuando el cuerpo está tranquilo, siente felicidad. Y cuando está feliz, la mente se sumerge en la contemplación.

A esto se le llama un discípulo de los nobles que vive en equilibrio entre personas desequilibradas, y vive sin problemas entre los afligidos. Ha entrado en la corriente de la Enseñanza y ha desarrollado el recuerdo del Buddha.

Además, debes recordar la Enseñanza: «La Enseñanza está bien explicada por el Buddha: visible en esta misma vida, inmediatamente efectiva, que invita a la verificación, relevante, para que las personas sensatas puedan conocerla por sí mismas».

Cuando un discípulo de los nobles recuerda la Enseñanza, su mente no está llena de ansia, ni de aversión ni de ignorancia…

A esto se le llama un discípulo de los nobles que vive en equilibrio entre personas que están desequilibradas y vive sin problemas entre personas que tienen problemas. Ha entrado en la corriente de la Enseñanza y ha desarrollado el recuerdo de la Enseñanza.

Además, debes recordar al Saṅgha: «El Saṅgha de los discípulos del Buddha está practicando de la manera correcta, directa, metódica y apropiada. Consiste en los cuatro pares, los ocho individuos. Este es el Saṅgha de los discípulos del Buddha que es un Digno de las ofrendas dedicadas a los devas, digno de hospitalidad, digno de limosna, digno de saludar con las palmas unidas, y es el campo supremo de mérito para el mundo».

Cuando un discípulo de los nobles recuerda el Saṅgha, su mente no está llena de ansia, ni de aversión ni de ignorancia…

A esto se le llama un discípulo de los nobles que vive en equilibrio entre personas que están desequilibradas y vive sin problemas entre personas que tienen problemas. Ha entrado en la corriente de la Enseñanza y ha desarrollado el recuerdo del Saṅgha.

Además, un discípulo de los nobles recuerda su propia conducta ética, que es inquebrantable, impecable, inmaculada y sin mancha, liberadora, alabada por las personas sensatas, acertada y que conduce a la contemplación.

Cuando un discípulo de los nobles recuerda su conducta ética, su mente no está llena de ansia, ni de aversión ni de ignorancia…

A esto se le llama un discípulo de los nobles que vive en equilibrio entre personas que están desequilibradas y vive sin problemas entre personas que tienen problemas. Ha entrado en la corriente de la Enseñanza y ha desarrollado el recuerdo de su conducta ética.

Además, debes recordar tu propia generosidad: «Soy muy afortunado, muy afortunado. Entre gente con la mente colmada del defecto de la avaricia vivo en casa libre de avaricia, desprendido, generoso, complacido de dar, comprometido con la dádiva, gustoso de dar y compartir».

Cuando un discípulo de los nobles recuerda su propia generosidad, su mente no está llena de ansia, ni de aversión ni de ignorancia…

A esto se le llama un discípulo de los nobles que vive en equilibrio entre personas que están desequilibradas y vive sin problemas entre personas que tienen problemas. Ha entrado en la corriente de la Enseñanza y ha desarrollado la contemplación de la generosidad.

Además, debes recordar a los devas: «Están los Devas de los Cuatro Grandes Reyes, los Devas de los Treinta y Tres, los Devas de Yama, los Devas que Disfrutan de las Creaciones, los Devas que Aman Crear, los Devas que controlan las Creaciones de Otros, los Devas del Séquito de Brahmā, y devas incluso más elevados que estos. Cuando esos devas fallecieron aquí, renacieron allí debido a su fe, ética, aprendizaje, generosidad y sabiduría. Yo también tengo el mismo tipo de fe, ética, aprendizaje, generosidad y sabiduría».

Cuando un discípulo de los nobles recuerda la fe, la ética, el aprendizaje, la generosidad y la sabiduría tanto de sí mismo como de los devas, su mente no está llena de ansia, ni de aversión ni de ignorancia. En ese momento su mente es inquebrantable, basada en los devas. Un discípulo de los nobles cuya mente es inquebrantable encuentra placer en el significado y la enseñanza, y encuentra placer relacionado con la Enseñanza. Cuando está alegre, surge el placer. Cuando la mente está llena de placer, el cuerpo se tranquiliza. Cuando el cuerpo está tranquilo, siente felicidad. Y cuando está feliz, la mente se sumerge en la contemplación.

A esto se le llama un discípulo de los nobles que vive en equilibrio entre personas que están desequilibradas y vive sin problemas entre personas que tienen problemas. Ha entrado en la corriente de la Enseñanza y ha desarrollado la contemplación de los devas.

AN 11.10: En el comedero de los pavos reales

En cierta ocasión, el Buddha se encontraba cerca de Rājagaha, en el monasterio de los ascetas en el Comedero de los Pavos Reales. Allí, el Buddha se dirigió a los bhikkhus:

—¡Bhikkhus!

—Venerable señor —respondieron.

El Buddha dijo esto:

—Bhikkhus, un bhikkhu que tiene tres cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos.

—¿Qué tres?

—Todo lo que forma parte de la ética, contemplación y desilusión de un Digno. Un bhikkhu con estas tres cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos.

Un bhikkhu que tiene otras tres cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos.

—¿Qué tres?

—Una demostración de poderes paranormales, una demostración de entender la mente de otros y una demostración de instrucción. Un bhikkhu con estas tres cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos.

Un bhikkhu que tiene otras tres cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos.

—¿Qué tres?

—Creencia correcta, episteme y liberación correcta. Un bhikkhu con estas tres cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos.

Un bhikkhu que tiene dos cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos.

—¿Qué dos?

—Conocimiento y conducta. Un bhikkhu con estas dos cualidades ha alcanzado el fin último, la incomparable liberación de las adicciones, la vida de renuncia suprema, la meta suprema. Es el mejor entre devas y humanos. Brahmā Sanaṅkumāra también pronunció este verso:

El chatria es el mejor de las personas

para aquellos que lo miden todo dentro de las castas,

pero el que ha alcanzado el conocimiento y la conducta

es el mejor de devas y humanos.

Ahora, ese verso pronunciado por el Brahmā Sanaṅkumāra está bien dicho, no mal dicho. Es beneficioso, no inútil, y estoy de acuerdo con él.

Yo también digo:

El chatria es el mejor de las personas

para aquellos que lo miden todo dentro de las castas,

pero el que ha alcanzado el conocimiento y la conducta

es el mejor de devas y humanos.

AN 11.9: Con Sandha

En cierta ocasión, el Buddha se estaba quedando en Nādika en la casa de ladrillos.

Luego, el venerable Sandha se acercó al Buddha, se inclinó y se sentó a un lado.

El Buddha le dijo:

—Sandha, busca como un purasangre, no como un potro salvaje.

—¿Y cómo busca un potro salvaje?

—Un potro salvaje, atado junto al comedero, busca: «¡Forraje, forraje!».

—¿Por qué razón?

—Porque al potrillo salvaje atado al comedero no se le ocurre esto: «¿Qué tarea me hará hacer hoy el domador de caballos? ¿Cómo debo responder?».

Atado junto al comedero, simplemente busca: «¡Forraje, forraje!».

De la misma manera, tomemos el caso de cierta persona salvaje que se ha ido al bosque, en la raíz de un árbol o a una choza vacía. Su mente está abrumada y sumida en el ansia sensorial, y no comprende realmente el escape del deseo sensorial que ha surgido. Albergando un deseo sensorial en su interior, busca, se concentra, contempla y rumia. Su mente está abrumada por la aversión… el adormecimiento y la somnolencia… la inquietud y el remordimiento… la duda…

Albergando dudas dentro de él busca y se concentra y contempla y rumia. Busca dependiendo de la tierra, el agua, el fuego y el aire. Busca dependiendo de la dimensión de un Lugar Vacío, de un Lugar Sin Límites Conocidos, Ningún Lugar, la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. Busca dependiendo de este mundo o del otro mundo. Busca dependiendo de lo que se ve, oye, piensa, conoce, alcanza, persigue, o es explorado por la mente. Así busca una persona salvaje.

—¿Y cómo busca un purasangre?

—Un buen purasangre, atado al comedero, no busca: «¡Forraje, forraje!».

—¿Por qué razón?

—Porque al elegante purasangre atado al comedero se le ocurre: «¿Qué tarea me hará hacer hoy el domador de caballos? ¿Cómo debo responder?».

—Atado junto al comedero no busca: «¡Forraje, forraje!». Porque ese elegante purasangre considera el uso de la fusta como una deuda, un vínculo, una pérdida, una desgracia.

De la misma manera, tomemos el caso de una persona purasangre que se ha ido al bosque, en la raíz de un árbol o a una choza vacía. Su mente no está abrumada ni sumida en el ansia sensorial, y realmente comprende el escape del deseo sensorial que ha surgido. Su mente no está abrumada por la aversión… ni por el adormecimiento ni la somnolencia… ni por la inquietud ni por el remordimiento… ni por la duda… No busca dependiendo de la tierra, el agua, el fuego ni el aire.

No busca dependiendo de la dimensión de un Lugar Vacío, de un Lugar Sin Límites Conocidos, Ningún Lugar, ni de la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No busca dependiendo de este mundo ni del otro mundo. No busca dependiendo de lo que ve, oye, piensa, conoce, alcanza, persigue o explora la mente. Sin embargo, busca. Cuando una elegante persona purasangre busca así, los devas junto con Indra, Brahmā y Pajāpati le adoran desde lejos:

¡Homenaje a ti, oh purasangre!

¡Homenaje a ti, supremo entre los hombres!

no entendemos

la base de tu búsqueda.

Cuando dijo esto, el venerable Sandha le preguntó al Buddha:

—Pero señor, ¿cómo busca ese elegante purasangre?

—Sandha, para ser una excelente persona purasangre, la percepción de la tierra se ha desvanecido en relación con la tierra. La percepción del agua… fuego… aire se ha desvanecido en relación con el aire. La percepción de la dimensión de un Lugar Vacío se ha desvanecido en relación con la dimensión de un Lugar Vacío. La percepción de la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos… Ningún Lugar… La dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia se ha desvanecido en relación con la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. La percepción de este mundo se ha desvanecido en relación con este mundo. La percepción del otro mundo se ha desvanecido en relación con el otro mundo. Y la percepción de lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora se han desvanecido.

Así es como esa fina persona purasangre no busca dependiendo de la tierra, el agua, el fuego y el aire. No busca dependiendo de la dimensión de un Lugar Vacío, de un Lugar Sin Límites Conocidos, Ningún Lugar, ni de la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No busca dependiendo de este mundo o del otro mundo. No busca dependiendo de lo que ve, oye, piensa, conoce, alcanza, persigue o explora la mente. Sin embargo, busca.

Cuando una buena persona purasangre busca así, los devas junto con Indra, Brahmā y Pajāpati los adoran desde lejos:

¡Homenaje a ti, oh purasangre!

¡Homenaje a ti, supremo entre los hombres!

no entendemos

la base de tu búsqueda.

AN 11.8: Consciente

Entonces el venerable Ānanda se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:

—¿Podría ser, señor, que un bhikkhu pudiera alcanzar un estado de contemplación como este: «No sería consciente de los ojos o las imágenes, el oído o los sonidos, la nariz o los olores, la lengua o los gustos, el cuerpo o el tacto. No lograría la existencia de tierra en la tierra, de agua en el agua, de fuego en el fuego o de aire en el aire. Y no sería consciente de la dimensión de un Lugar Vacío en la dimensión de un Lugar Vacío, la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, la dimensión de Ningún Lugar en la dimensión de Ningún Lugar, o la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No estaría al tanto de este mundo en este mundo, o del otro mundo en el otro mundo. Y no estaría consciente de lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora. Y, sin embargo, estaría al tanto»?

—Podría ser, Ānanda.

—Pero ¿cómo podría ser esto?

—Ānanda, es cuando un bhikkhu se da cuenta: «Esto es pacífico, esto es sublime», es decir, a la calma de todas las situaciones condicionales, el abandono de todos los aferramientos, el fin del deseo, el desaferramiento, el cese, el Nibbāna.

Así es como un bhikkhu puede obtener un estado de contemplación como este: «No sería consciente de los ojos o las imágenes, el oído o los sonidos, la nariz o los olores, la lengua o los gustos, el cuerpo o el tacto. No lograría la existencia de tierra en la tierra, de agua en el agua, de fuego en el fuego o de aire en el aire. Y no sería consciente de la dimensión de un Lugar Vacío en la dimensión de un Lugar Vacío, la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, la dimensión de Ningún Lugar en la dimensión de Ningún Lugar, o la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No estaría al tanto de este mundo en este mundo, o del otro mundo en el otro mundo. Y no estaría consciente de lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora. Y sin embargo, estaría al tanto».

AN 11.7: Perceptor

Entonces el venerable Ānanda se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:

—¿Podría ser, señor, que un bhikkhu pudiera alcanzar un estado de contemplación como este: «No percibiría tierra en tierra, agua en agua, fuego en fuego o aire en aire. Y no percibiría la dimensión de un Lugar Vacío en la dimensión de un Lugar Vacío, la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, la dimensión de Ningún Lugar en la dimensión de Ningún Lugar, o la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No percibiría este mundo en este mundo, o el otro mundo en el otro mundo. Y no percibiría lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora, y aun así, percibiría»?

—Podría ser, Ānanda, que un bhikkhu pudiera obtener un estado de contemplación como este: «No percibiría tierra en tierra, agua en agua, fuego en fuego o aire en aire. Y no percibiría la dimensión de un Lugar Vacío en la dimensión de un Lugar Vacío, la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, la dimensión de Ningún Lugar en la dimensión de Ningún Lugar, o la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No percibiría este mundo en este mundo, o el otro mundo en el otro mundo. Y no percibiría lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora y, aun así, percibiría».

—Pero ¿cómo puede ser esto, señor?

—Ānanda, es cuando un bhikkhu percibe: «Esto es pacífico, esto es sublime», es decir, a la calma de todas las situaciones condicionales, el abandono de todos los aferramientos, el fin del deseo, el desaferramiento, el cese, el Nibbāna.

Así es como un bhikkhu puede obtener un estado de contemplación como este: «No percibiría tierra en tierra, agua en agua, fuego en fuego o aire en aire. Y no percibiría la dimensión de un Lugar Vacío en la dimensión de un Lugar Vacío, la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, la dimensión de Ningún Lugar en la dimensión de Ningún Lugar, o la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No percibiría este mundo en este mundo, o el otro mundo en el otro mundo. Y no percibiría lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora y, aun así, percibiría».

Y luego Ānanda aprobó y estuvo de acuerdo con lo que dijo el Buddha. Se levantó de su asiento, hizo una reverencia y rodeó respetuosamente al Buddha, manteniéndolo a su derecha. Luego se acercó al venerable Sāriputta e intercambió saludos con él. Cuando terminaron los saludos y las palabras de cortesía, se sentó a un lado y le dijo a Sāriputta:

—¿Podría ser, venerable Sāriputta, que un bhikkhu pueda obtener un estado de contemplación como este: «No percibiría tierra en tierra, agua en agua, fuego en fuego o aire en aire. Y no percibiría la dimensión de un Lugar Vacío en la dimensión de un Lugar Vacío, la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, la dimensión de Ningún Lugar en la dimensión de Ningún Lugar, o la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No percibiría este mundo en este mundo, o el otro mundo en el otro mundo. Y no percibiría lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora, y aun así, percibiría»?

—Podría ser, venerable Ānanda.

—Pero ¿cómo podría ser esto?

—Ānanda, es cuando un bhikkhu percibe: «Esto es pacífico, esto es sublime», es decir, a la calma de todas las situaciones condicionales, el abandono de todos los aferramientos, el fin del deseo, el desaferramiento, el cese, el Nibbāna.

Así es como un bhikkhu puede obtener un estado de contemplación como este: «No percibiría tierra en tierra, agua en agua, fuego en fuego o aire en aire. Y no percibiría la dimensión de un Lugar Vacío en la dimensión de un Lugar Vacío, la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, la dimensión de Ningún Lugar en la dimensión de Ningún Lugar, o la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. No percibiría este mundo en este mundo, o el otro mundo en el otro mundo. Y no percibiría lo que la mente ve, oye, piensa, conoce, alcanza, busca o explora y, aun así, percibiría».

—¡Es increíble, es asombroso! ¡Cómo encajan y concuerdan sin conflicto el significado y la expresión del maestro y del discípulo cuando se trata del asunto importante!

Hace poco fui al Buddha y le pregunté sobre este asunto. Y el Buddha me lo explicó de esta manera, con estas palabras y frases, como el venerable Sāriputta. ¡Es increíble, es asombroso! ¡Cómo el significado y la fraseología del maestro y el discípulo encajan y concuerdan sin conflicto cuando se trata del asunto importante!

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