AN 11.6: Desastres

—Bhikkhus, cualquier bhikkhu que abusa e insulta a sus compañeros renunciantes, y habla mal de los nobles, caerá, sin duda, en uno u otro de estos once desastres.

—¿Qué once?

—No logra lo no logrado. Lo que ha logrado se desvanece. No refina sus buenas cualidades. Sobreestima sus buenas cualidades. O vive la vida de renuncia insatisfecho. O comete una transgresión grave. O rechaza la Disciplina y regresa a la vida de laico. O contrae una enfermedad grave. O se vuelve loco y pierde la cabeza. Se siente perdido cuando muere. Y cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacerá en un lugar de pérdida, un mal lugar, el inframundo, el infierno.

Cualquier bhikkhu que abusa e insulta a sus compañeros renunciantes, y habla mal de los nobles, caerá, sin duda, en uno u otro de estos once desastres.

Cualquier bhikkhu que no abuse ni insulte a sus compañeros renunciantes y no haya hablado mal de los nobles, no caerá, sin duda, en ninguno de estos once desastres.

—¿Qué once?

—No logra lo no logrado. Lo que ha logrado se desvanece. No refina sus buenas cualidades. Sobreestima sus buenas cualidades. O vive la vida de renuncia insatisfecho. O comete una de las trasgresiones graves. O rechaza la Disciplina y regresa a la vida de laico. O contrae una enfermedad grave. O se vuelve loco y pierde la cabeza. Se siente perdido cuando muere. Y cuando su cuerpo se desintegre, después de la muerte, renacerá en un lugar de pérdida, un mal lugar, el inframundo, el infierno.

Cualquier bhikkhu que no abuse ni insulte a sus compañeros renunciantes, y no haya hablado mal de los nobles, sin duda, no caerá en ninguno de estos once desastres.

AN 11.5: Condiciones vitales (III)

Allí el venerable Ānanda se dirigió a los bhikkhus…

—Una persona poco ética, que carece de ética, ha destruido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando hay remordimientos, alguien que tiene remordimientos, ha destruido una condición necesaria para la alegría. Cuando no hay alegría, quien carece de alegría, ha destruido una condición necesaria para el placer. Cuando no hay placer, quien carece de placer, ha destruido una condición necesaria para la tranquilidad. Cuando no hay tranquilidad, quien carece de tranquilidad, ha destruido una condición necesaria para la felicidad. Cuando no hay felicidad, quien carece de felicidad, ha destruido una condición necesaria para la concentración correcta. Cuando no hay una concentración correcta, alguien que carece de una concentración correcta, ha destruido una condición necesaria para la verdadera gnosis. Cuando no hay verdadera gnosis, quien carece de verdadera gnosis, ha destruido una condición necesaria para la desilusión. Cuando no hay desilusión, quien carece de desilusión, ha destruido una condición necesaria para el desapasionamiento. Cuando no hay desapasionamiento, quien carece de desapasionamiento, ha destruido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Supongamos que hubiera un árbol al que le faltaran ramas y follaje. Sus brotes, corteza, albura y duramen no llegarían a la plenitud.

Del mismo modo, una persona poco ética, que carece de ética, ha destruido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando hay remordimientos, alguien que tiene remordimientos, ha destruido una condición necesaria para la alegría… Cuando no hay desapasionamiento, quien carece de desapasionamiento, ha destruido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Una persona ética, que tiene una conducta ética, ha cumplido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando no hay remordimientos, quien no tienen remordimientos, ha cumplido una condición necesaria para la alegría. Cuando hay alegría, quien ha alcanzado la alegría, ha cumplido una condición necesaria para el placer. Cuando hay placer, quien ha alcanzado el placer, ha cumplido una condición necesaria para la tranquilidad. Cuando hay tranquilidad, quien ha alcanzado la tranquilidad, ha cumplido una condición necesaria para la felicidad. Cuando hay felicidad, alguien que ha alcanzado la felicidad, ha cumplido una condición necesaria para la concentración correcta. Cuando hay una concentración correcta, quien ha alcanzado la concentración correcta, ha cumplido una condición necesaria para la verdadera gnosis. Cuando hay verdadera gnosis, quien ha alcanzado la verdadera gnosis, ha cumplido una condición necesaria para la desilusión. Cuando hay desilusión, quien ha alcanzado la desilusión, ha cumplido una condición necesaria para el desapasionamiento. Cuando hay desapasionamiento, quien ha alcanzado con el desapasionamiento, ha cumplido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Supongamos que hubiera un árbol completo con ramas y follaje. Sus brotes, su corteza, su albura y su duramen crecerían hasta alcanzar la plenitud.

De la misma manera, una persona ética, que tiene una conducta ética, ha cumplido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando no hay remordimientos, quien no tienen remordimientos, ha cumplido una condición necesaria para la alegría… Cuando hay desapasionamiento, quien ha alcanzado el desapasionamiento, ha cumplido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

AN 11.4: Condiciones vitales (II)

Allí, el venerable Sāriputta se dirigió a los bhikkhus:

—¡Venerables bhikkhus!

—Venerable —respondieron.

Sāriputta dijo esto:

—Una persona poco ética, que carece de ética, ha destruido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando hay remordimientos, alguien que tiene remordimientos, ha destruido una condición necesaria para la alegría. Cuando no hay alegría, quien carece de alegría, ha destruido una condición necesaria para el placer. Cuando no hay placer, quien carece de placer, ha destruido una condición necesaria para la tranquilidad. Cuando no hay tranquilidad, quien carece de tranquilidad, ha destruido una condición necesaria para la felicidad. Cuando no hay felicidad, quien carece de felicidad, ha destruido una condición necesaria para la concentración correcta. Cuando no hay una concentración correcta, alguien que carece de una concentración correcta, ha destruido una condición necesaria para la verdadera gnosis. Cuando no hay verdadera gnosis, quien carece de verdadera gnosis, ha destruido una condición necesaria para la desilusión. Cuando no hay desilusión, quien carece de desilusión, ha destruido una condición necesaria para el desapasionamiento. Cuando no hay desapasionamiento, quien carece de desapasionamiento, ha destruido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Supongamos que hubiera un árbol al que le faltaran ramas y follaje. Sus brotes, corteza, albura y duramen no llegarían a la plenitud.

Del mismo modo, una persona poco ética, que carece de ética, ha destruido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando hay remordimientos, alguien que tiene remordimientos, ha destruido una condición necesaria para la alegría… Cuando hay desapasionamiento, quien carece de desapasionamiento, ha destruido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Una persona ética, que tiene una conducta ética, ha cumplido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando no hay remordimientos, quien no tienen remordimientos, ha cumplido una condición necesaria para la alegría. Cuando hay alegría, quien ha alcanzado la alegría, ha cumplido una condición necesaria para el placer. Cuando hay placer, quien ha alcanzado el placer, ha cumplido una condición necesaria para la tranquilidad. Cuando hay tranquilidad, quien ha alcanzado la tranquilidad, ha cumplido una condición necesaria para la felicidad. Cuando hay felicidad, alguien que ha alcanzado la felicidad, ha cumplido una condición necesaria para la concentración correcta. Cuando hay una concentración correcta, quien ha alcanzado la concentración correcta, ha cumplido una condición necesaria para la verdadera gnosis. Cuando hay verdadera gnosis, quien ha alcanzado la verdadera gnosis, ha cumplido una condición necesaria para la desilusión. Cuando hay desilusión, quien ha alcanzado la desilusión, ha cumplido una condición necesaria para el desapasionamiento. Cuando hay desapasionamiento, quien ha alcanzado con el desapasionamiento, ha cumplido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Supongamos que hubiera un árbol completo con ramas y follaje. Sus brotes, su corteza, su albura y su duramen crecerían hasta alcanzar la plenitud.

De la misma manera, una persona ética, que tiene una conducta ética, ha cumplido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando no hay remordimientos, quien no tienen remordimientos, ha cumplido una condición necesaria para la alegría… Cuando hay desapasionamiento, quien ha alcanzado el desapasionamiento, ha cumplido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

AN 11.3: Condiciones vitales (I)

—Bhikkhus, una persona poco ética, que carece de ética, ha destruido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando hay remordimientos, alguien que tiene remordimientos ha destruido una condición necesaria para la alegría. Cuando no hay alegría, quien carece de alegría, ha destruido una condición necesaria para el placer. Cuando no hay placer, quien carece de placer, ha destruido una condición necesaria para la tranquilidad. Cuando no hay tranquilidad, quien carece de tranquilidad, ha destruido una condición necesaria para la felicidad. Cuando no hay felicidad, quien carece de felicidad, ha destruido una condición necesaria para la concentración correcta. Cuando no hay una concentración correcta, alguien que carece de una concentración correcta, ha destruido una condición necesaria para la verdadera gnosis. Cuando no hay verdadera gnosis, quien carece de verdadera gnosis, ha destruido una condición necesaria para la desilusión. Cuando no hay desilusión, quien carece de desilusión, ha destruido una condición necesaria para el desapasionamiento. Cuando no hay desapasionamiento, quien carece de desapasionamiento, ha destruido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Supongamos que hubiera un árbol al que le faltaran ramas y follaje. Sus brotes, corteza, albura y duramen no llegarían a la plenitud.

Del mismo modo, una persona poco ética, que carece de ética, ha destruido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando hay remordimientos, alguien que tiene remordimientos, ha destruido una condición necesaria para la alegría… Cuando no hay desapasionamiento, quien carece de desapasionamiento, ha destruido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Una persona ética, que tiene una conducta ética, ha cumplido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando no hay remordimientos, quien no tienen remordimientos, ha cumplido una condición necesaria para la alegría. Cuando hay alegría, quien ha alcanzado la alegría, ha cumplido una condición necesaria para el placer. Cuando hay placer, quien ha alcanzado el placer, ha cumplido una condición necesaria para la tranquilidad. Cuando hay tranquilidad, quien ha alcanzado la tranquilidad, ha cumplido una condición necesaria para la felicidad. Cuando hay felicidad, alguien que ha alcanzado la felicidad, ha cumplido una condición necesaria para la concentración correcta. Cuando hay una concentración correcta, quien ha alcanzado la concentración correcta, ha cumplido una condición necesaria para la verdadera gnosis. Cuando hay verdadera gnosis, quien ha alcanzado la verdadera gnosis, ha cumplido una condición necesaria para la desilusión. Cuando hay desilusión, quien ha alcanzado la desilusión, ha cumplido una condición necesaria para el desapasionamiento. Cuando hay desapasionamiento, quien ha alcanzado con el desapasionamiento, ha cumplido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

Supongamos que hubiera un árbol completo con ramas y follaje. Sus brotes, su corteza, su albura y su duramen crecerían hasta alcanzar la plenitud.

De la misma manera, una persona ética, que tiene una conducta ética, ha cumplido una condición necesaria para no tener remordimientos. Cuando no hay remordimientos, quien no tienen remordimientos, ha cumplido una condición necesaria para la alegría… Cuando hay desapasionamiento, quien ha alcanzado el desapasionamiento, ha cumplido una condición necesaria para la episteme que lleva a la liberación.

AN 11.2: Pedir este deseo

—Bhikkhus, una persona ética, que tiene una conducta ética, no necesita pedir este deseo: «¡Que no tenga remordimientos!».

Es natural que una persona ética no tenga remordimientos.

Cuando no se tienen remordimientos, no se necesita pedir este deseo: «¡Que pueda sentir alegría!». Es natural que la alegría brote cuando no se tienen remordimientos.

Cuando se siente alegría, no se necesita pedir este deseo: «¡Que pueda experimentar el placer!». Es natural que el placer surja cuando se está feliz.

Cuando la mente está llena de placer, no se necesita pedir este deseo: «¡Que mi cuerpo se tranquilice!». Es natural que el cuerpo se tranquilice cuando la mente está llena de placer.

Cuando el cuerpo está tranquilo, no se necesita pedir este deseo: «¡Ojalá me sienta feliz!». Es natural sentirse feliz cuando el cuerpo está tranquilo.

Cuando se siente feliz, no se necesita pedir este deseo: «¡Que mi mente se sumerja en contemplación!». Es natural que la mente se sumerja en contemplación cuando se siente feliz.

Cuando la mente está inmersa en la contemplación, no se necesita pedir este deseo: «¡Que pueda alcanzar la verdadera gnosis!». Es natural alcanzar la verdadera gnosis cuando la mente está inmersa en la contemplación.

Cuando se tiene la verdadera gnosis, no se necesita pedir este deseo: «¡Que me desilusione!». Es natural desilusionarse cuando se tiene la verdadera gnosis.

Cuando se está desilusionado, no se necesita pedir este deseo: «¡Que pueda volverme desapasionado!». Es natural volverse desapasionado cuando se está desilusionado.

Cuando se está desapasionado, no se necesita pedir este deseo: «¡Que pueda realizar la episteme que lleva a la liberación!». Es natural lograr la episteme que lleva a la liberación cuando se está desapasionado.

Y así, bhikkhus, la episteme que lleva a la liberación es el propósito y el beneficio del desapasionamiento. El desapasionamiento es el propósito y el beneficio de la desilusión. La desilusión es el propósito y el beneficio de la verdadera gnosis. La verdadera gnosis es el propósito y el beneficio de la contemplación. La contemplación es el propósito y el beneficio de la felicidad. La felicidad es el propósito y el beneficio de la tranquilidad. La tranquilidad es el propósito y el beneficio del placer. El placer es el propósito y el beneficio de la alegría. La alegría es el propósito y el beneficio de no tener remordimientos. No tener remordimientos es el propósito y el beneficio de una buena ética. Y así, bhikkhus, las buenas cualidades fluyen y se llenan de una a otra, para ir de la orilla cercana a la orilla lejana.

AN 11.1: ¿Cuál es el propósito?

Esto he oído.

En una ocasión, el Buddha se encontraba cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, el monasterio de Anāthapiṇḍika. Entonces el venerable Ānanda se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le dijo:

—Señor, ¿cuál es el propósito y el beneficio de una buena ética?

—Ānanda, no tener remordimientos es el propósito y el beneficio de una buena ética.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio de no tener remordimientos?

—La alegría es el propósito y el beneficio de no tener remordimientos.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio de la alegría?

—El placer.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio del placer?

—La tranquilidad.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio de la tranquilidad?

—La felicidad.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio de la felicidad?

—La contemplación.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio de la contemplación?

—La verdadera gnosis.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio de la verdadera gnosis?

—La desilusión.

—Pero ¿cuál es el propósito y el beneficio de la desilusión?

—El desapasionamiento.

—Pero, ¿cuál es el propósito y el beneficio del desapasionamiento?

—La episteme que lleva a la liberación es el propósito y el beneficio del desaferramiento.

Entonces, Ānanda, el propósito y el beneficio de una buena ética es no tener remordimientos. La alegría es el propósito y el beneficio de no tener remordimientos. El placer es el propósito y el beneficio de la alegría. La tranquilidad es el propósito y el beneficio del placer. La felicidad es el propósito y el beneficio de la tranquilidad. La contemplación es el propósito y el beneficio de la felicidad. La verdadera gnosis es el propósito y el beneficio de la contemplación. La desilusión es el propósito y el beneficio de la verdadera gnosis. El desapasionamiento es el propósito y el beneficio de la desilusión. Y la episteme que lleva a la liberación es el propósito y el beneficio del desapasionamiento. Entonces, Ānanda, una buena ética conduce progresivamente a lo más alto.

AN 10.267–746

—Para la comprensión completa de la malicia… ignorancia… enfado… hostilidad… calumnia… desprecio… envidia… avaricia… mentira… astucia… testarudez… vehemencia… presunción… altivez… embriaguez… descuido.

Para la comprensión completa… final completo… renunciar… terminar… desvanecerse… disipar… cesar… regalar… abandonar la negligencia…

Estas diez cosas deben desarrollarse.

AN 10.240–266

—Para la comprensión completa del ansia… para destruir completamente el ansia… para renunciar al ansia… para terminar con el ansia… para hacer desaparecer el ansia… para desvanecer el ansia… para cesar el ansia… para dejar el ansia… para abandonar el ansia…

Estas diez cosas deben desarrollarse.

AN 10.239

—Para comprender mejor el ansia, se deben desarrollar diez cosas.

—¿Qué diez?

—Creencia correcta, disposición correcta, discurso correcto, acción correcta, conducta correcta, esfuerzo correcto, práctica correcta, concentración correcta, episteme y liberación correcta.

Para comprender mejor el ansia, estas diez cosas deben desarrollarse.

AN 10.238

—Para comprender mejor el ansia, se deben desarrollar diez cosas.

—¿Qué diez?

—Las percepciones de lo perecedero, de la impersonalidad, de la muerte, del asco a la comida, de la insatisfacción con el mundo entero, de un esqueleto, de un cadáver infestado de gusanos, de un cadáver lívido, de un cadáver agujereado por todas partes y de un cadáver hinchado.

Para comprender mejor el ansia, estas diez cosas deben desarrollarse.

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