En Sāvatthī.
Allí, Ānanda se dirigió a los bhikkhus:
—¡Bhikkhus!
—Venerable —respondieron —Ānanda dijo esto:
—Venerables, el venerable Puṇṇa Mantāniputta me ayudó mucho cuando acababa de ser ordenado. Me dio este consejo: «venerable Ānanda, la noción “yo soy” ocurre por aferrarse, no por no aferrarse».
—¿Aferrase a qué?
—La noción “yo soy” se produce por aferrarse a las qualia, a las reacciones emocionales, a la percepción, a la situación condicional y a la cognición, no por no aferrarse.
Supongamos que hubiera una mujer o un hombre joven, jovial y aficionado a los adornos, y mira su propio reflejo en un espejo limpio y brillante o en un cuenco de agua transparente. Miraría por el aferramiento, no mediante el no aferramiento. De la misma manera, la noción “yo soy” se produce por aferrarse a las qualia, a las reacciones emocionales, a la percepción, a la situación condicional y a la cognición, no por no aferrarse.
—¿Qué opina, el venerable Ānanda? ¿Son las qualia imperecederas o perecederas?
—Son perecederas, venerable.
—¿Son las reacciones emocionales… la percepción… la situación condicional… la cognición, imperecederas o perecederas?
—Son perecederas, venerable
—Así es como realmente deberías ver… Al ver así, entiendes claramente: «no hay retorno a ningún estado de existencia».
Venerables, el venerable Puṇṇa Mantāniputta me ayudó mucho cuando acababa de ser ordenado. Me dio este consejo. Y ahora que escuché esta enseñanza del venerable Puṇṇa Mantāniputta, he comprendido la enseñanza.