Hubo un tiempo en que el venerable Sāriputta se hospedaba en la tierra de los magadhanos cerca del pequeño pueblo de Nālaka. Luego, el bhikkhu Jambukhādaka se acercó al venerable Sāriputta e intercambió saludos con él. Cuando terminaron los saludos y la conversación de cortesía, se sentó a un lado y le dijo a Sāriputta:.
—Venerable Sāriputta, la gente habla del «Nibbāna». ¿Qué es el Nibbāna?
—Venerable, el fin del ansia, de la aversión y de la ignorancia se llama Nibbāna.
—Pero, venerable, ¿hay un camino y una práctica para realizar Nibbāna?
—Lo hay, venerable.
—¿Y cuál es?
—Es, sencillamente, este noble camino óctuple, es decir: creencia correcta, disposición correcta, discurso correcto, acción correcta, conducta correcta, esfuerzo correcto, práctica correcta y concentración correcta..
Este es el camino, la práctica, para realizar Nibbāna.
—Venerable, este es un buen camino, una buena práctica, para realizar Nibbāna. Esto es algo por lo que vale la pena preocuparse, amigo Sariputta.