SN 44.2: Con Anurādha

En cierto momento, el Buddha se encontraba cerca de Vesāli, en el Gran Bosque, en la sala con el techo puntiagudo.

En ese momento, el venerable Anurādha se estaba quedando no lejos del Buddha en una choza en la jungla. Luego, varios bhikkhus que siguen otros caminos se acercaron al venerable Anurādha e intercambiaron saludos con él.

Cuando terminaron los saludos y la conversación de cortesía, se sentaron a un lado y le dijeron:.

—Venerable Anurādha, cuando un Tathāgata describe a un Tathāgata, una persona suprema, la más alta de las personas, que ha alcanzado el punto más alto, lo describen de estas cuatro formas: Después de la muerte, un Tathāgata existe, o no existe, o existe y no existe, o no existe ni no existe.

—Venerables, cuando un Tathāgata está describiendo a un Tathāgata, una persona suprema, la más alta de las personas, que ha alcanzado el punto más alto, lo describen de otra manera que estas cuatro formas: Después de la muerte, un Tathāgata existe, o no existe, o existe y no existe, o no existe ni no existe.

Cuando dijo esto, los bhikkhus le dijeron:.

—Este bhikkhu debe ser novato, probablemente no hace mucho que fue ordenado. ¿O tal vez es tonto y estúpido?

Luego, después de reprender al venerable Anurādha llamándolo «novato» y «estúpido», los bhikkhus se levantaron de su asiento y se fueron.

Poco después de que se fueran, Anurādha pensó: «si esos bhikkhus preguntaran más, ¿cómo debería responderles para repetir lo que el Buddha ha dicho sin tergiversarlo con falsedades? ¿Cómo debo explicar de acuerdo con su Enseñanza, de modo que no haya motivos justificados para la reprimenda y la crítica?».

Entonces el venerable Anurādha se acercó al Buddha, se inclinó, se sentó a un lado y le contó lo que había sucedido.

—¿Qué piensas, Anurādha? ¿Son las qualia imperecederas o perecederas?

—Son perecederas, Maestro.

—Pero si son perecederas, ¿son agradables o desagradables?

—Desagradables, Maestro.

—Pero si es algo perecedero, es desagradable y susceptible de venirse abajo, ¿es digno de ser considerado así: «esto es mío, yo soy esto, sobre esto tengo control»?

—No, señor.

—¿Son las reacciones emocionales… la percepción… la situación condicional… la cognición imperecedera o perecedera?

—Es perecedera, Maestro.

—Pero si es perecedera, ¿es agradable o desagradable?

—Desagradable, Maestro.

—Pero si es algo perecedero, es desagradable y susceptible de venirse abajo, ¿es digno de ser considerado así: «esto es mío, yo soy esto, sobre esto tengo control»?

—No, señor.

—Entonces, Anurādha, realmente deberías ver cualquier tipo de las qualia: pasada, futura o presente, subjetiva u objetiva, gruesa o fina, inferior o superior, lejos o cerca: Toda qualia, con entendimiento correcto: «Esto no es mío, no soy esto, sobre esto no tengo control». Cualquier tipo de reacción emocional… percepción… situación condicional… cognición en absoluto: Pasado, futuro o presente, subjetivo u objetivo, gruesa o fina, inferior o superior, lejos o cerca: Toda cognición, con entendimiento correcto: «Esto no es mío, no soy esto, sobre esto no tengo control».

Al ver esto, un discípulo de los nobles entrenado se desilusiona con las qualia, con la reacción emocional, con la percepción, con la situación condicional y con la cognición. Al estar desilusionado, el ansia se desvanece. Cuando el ansia se desvanece, se libera. Cuando es liberado, sabe que está liberado.

Entiende: «El renacimiento ha terminado, la vida de renuncia se ha completado, lo que tenía que hacerse se ha hecho, no hay retorno a ningún estado de existencia».

—¿Qué piensas, Anurādha? ¿Consideras al Tathāgata como unas qualia?

—No, señor.

—¿Consideras al Tathāgata como una reacción emocional… como una percepción… como una situación condicional… como una cognición?

—No, señor.

—¿Qué piensas, Anurādha? ¿Consideras al Tathāgata como unas qualia?

—No, señor.

—¿O consideras al Tathāgata distinto de unas qualia?

—No, señor.

—¿Consideras al Tathāgata como una reacción emocional… o distinto de una reacción emocional… como una percepción… o distinto de una percepción… como una situación condicional… o distinto de una situación condicional… como una cognición… o distinto de una cognición?

—No, señor.

—¿Qué piensas, Anurādha? ¿Consideras que el Tathāgata posee las qualia, la reacción emocional, la percepción, la situación condicional y la cognición?

—No, señor.

—¿Qué piensas, Anurādha? ¿Consideras al Tathāgata como alguien que no tiene las qualia, la reacción emocional, la percepción, la situación condicional y la cognición?

—No, señor.

—En ese caso, Anurādha, dado que no reconoces al Tathāgata como un hecho propio en la vida presente, es apropiado declarar: «Venerable, cuando un Tathāgata está describiendo a un Tathāgata, una persona suprema, el más alto de personas que han alcanzado el punto más alto, la describe de una manera diferente que de estas cuatro formas: Después de la muerte, existe un Tathāgata, o no existe, o tanto existe y no existe, o ni existe ni no existe».

—No, señor.

—¡Bien, bien, Anurādha! En el pasado, como hoy, lo que describo es el sufrimiento y el cese del sufrimiento.

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