—En cierta ocasión, bhikkhus, un halcón que repentinamente se abalanzó y agarró una codorniz. Y mientras se la llevaba, la codorniz gimió: «Soy tan desafortunada, tan desdichada por haber vagado fuera de mi territorio hacia el dominio de otros. Si hoy hubiera vagado por mi propio territorio, el dominio de mis padres, este halcón no habría podido vencerme peleando».
—Entonces, codorniz—le dijo el halcón —¿cuál es tu propio territorio, el dominio de tus padres?
—Es un campo arado cubierto de terrones de tierra.
Confiado en su propia fuerza, el halcón no se dejó intimidar ni amedrentar. Soltó a la codorniz y le dijo:.
—Ve ahora, codorniz. ¡Pero incluso allí no te escaparás de mí!
Entonces la codorniz de fue a un campo arado cubierto de terrones de tierra. Se subió a un gran terrón y allí de pie le dijo al halcón:.
—¡Ven a buscarme, halcón! ¡Ven a buscarme, halcón!
Confiado en su propia fuerza, el halcón no se dejó intimidar ni amedrentar. Dobló las alas y de repente se abalanzó sobre la codorniz. Cuando la codorniz vio que el halcón estaba cerca, se deslizó debajo de un terrón. Y el halcón se estrelló allí mismo.
Eso es lo que sucede cuando sales de tu territorio al dominio de otros.
Así que, bhikkhus, no salgáis de vuestro propio territorio al dominio de otros. Si vagáis fuera de vuestro propio territorio hacia el dominio de otros, Māra encontrará una vulnerabilidad y se apoderará de vosotros.
—¿Y qué no es el territorio propio de un bhikkhu sino el dominio de otros?
—Son los cinco tipos de placer de los sentidos.
—¿Qué cinco?
—Imágenes conocidas por el ojo que son agradables, deseables, atractivas, agradables, sensuales y excitantes. Sonidos conocidos por el oído… olores conocidos por la nariz… gustos conocidos por la lengua… tactos conocidos por el cuerpo que son agradables, deseables, atractivos, placenteros, sensuales y excitantes. Este no es el territorio propio de un bhikkhu, sino el dominio de otros.
Deberíais deambular por vuestro propio territorio, el dominio de vuestros padres. Si deambuláis por vuestro propio territorio, el dominio de vuestros padres, el Māra no encontrará una vulnerabilidad ni se apoderará de vosotros.
—¿Y cuál es el territorio propio de un bhikkhu, el dominio de sus padres?
—Son las cuatro instrucciones de la práctica.
—¿Qué cuatro?
—Es cuando un bhikkhu entrena con ahínco aplicando las instrucciones de la práctica del cuerpo en el cuerpo, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la Disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento. Entrena según las instrucciones de la práctica de las emociones en las emociones, de la mente en la mente, de los fenómenos en los fenómenos, apagando el fuego en la mente siendo consciente de las tendencias subyacentes y suprimiendo, mediante la Disciplina, el ansia que lleva a la conciencia al sometimiento. Este es el territorio propio de un bhikkhu, el dominio de sus padres.