—Bhikkhus, mientras la luna y el sol no surjan en el mundo, no aparece gran luz ni gran resplandor. Entonces prevalece la oscuridad, la más absoluta oscuridad. No se encuentran el día y la noche, ni los meses y las quincenas, ni las estaciones y los años.
Pero cuando la luna y el sol surgen en el mundo, aparece una gran luz, un gran resplandor. La oscuridad ya no prevalece. Se encuentran el día y la noche, los meses y las quincenas, las estaciones y los años.
De la misma manera, mientras el Tathāgata no surja en el mundo, no aparece gran luz ni gran resplandor. Entonces prevalece la oscuridad, la más absoluta oscuridad. No hay explicación de las cuatro nobles verdades, no hay enseñanza, defensa, establecimiento, clarificación, análisis y revelación de ellas.
Pero cuando el Tathāgata surge en el mundo, aparece una gran luz, un gran resplandor. La oscuridad ya no prevalece. Luego está la explicación de las cuatro nobles verdades, la Enseñanza, la defensa, el establecimiento, el esclarecimiento, el análisis y la revelación de ellas.
—¿Qué cuatro?
—Las nobles verdades del sufrimiento, su origen, su cese y el camino.
Por eso debéis practicar la contemplación.