Eso he oído. En un momento, el Buddha se encontraba cerca de Sāvatthī en la arboleda de Jeta, el monasterio de Anāthapiṇḍika. Allí, el Buddha se dirigió a los bhikkhus:
—¡Bhikkhus!
—Venerable señor —respondieron.
El Buddha dijo esto:
—Hay, bhikkhus, estas dos trasgresiones.
—¿Qué dos?
—La transgresión perteneciente a la vida presente y la transgresión perteneciente a las vidas futuras.
—¿Cuál es la transgresión perteneciente a la vida presente?
—Es cuando alguien ve que los reyes han arrestado a un bandido, a un criminal y lo han sometido a varios castigos: latigazos, azotes y palos; le cortan las manos o los pies, o ambos; le cortan las orejas o la nariz, o ambas, le hierven el cerebro con una bola de hierro incandescente, le tonsuran con una concha, le vierten aceite en la boca y lo inflaman, le lubrican todo el cuerpo con aceite y lo inflaman, le envuelven la mano en paños de aceite y lo inflaman como una antorcha, le desuellan del cuello hacia abajo para que se convierta en una tira de piel de la que lo cuelgan, le arrancan tiras de piel y con ellas le hacen un traje, lo trinchan en un poste de hierro y lo asan vivo, lo pelan con anzuelos dobles, le cortan pequeños trozos de carne, le salpican con aceite hirviendo, es arrojado como comida a los perros, es empalado vivo y decapitado.
Se le ocurre: «Si yo cometiera la clase de trasgresiones por las que los reyes arrestan a ese bandido, a ese criminal, los gobernantes me arrestarían y me someterían a los mismos castigos».
Temeroso de la transgresión perteneciente a la vida presente, no roba las pertenencias de otros. «A esto se le llama transgresión perteneciente a la vida presente».
—¿Qué es la transgresión perteneciente a vidas futuras?
—Es cuando alguien reflexiona: «La mala conducta del cuerpo, del habla o de la mente tiene resultados malos y dolorosos en la próxima vida». Si me conduzco mal, entonces, cuando mi cuerpo se desintegre, después de la muerte, ¿no renaceré en un lugar de pérdida, un mal lugar, el inframundo, el infierno?
Temeroso de la transgresión perteneciente a las vidas futuras, abandona la mala conducta en el cuerpo, en el habla y en la mente, y cultiva una buena conducta en el cuerpo, en el habla y en la mente, manteniéndose puro. A esto se le llama transgresión perteneciente a las vidas futuras.
Éstas son las dos trasgresiones.
Por tanto, debéis entrenar así: «Temeré las trasgresiones pertenecientes la vida presente, y temeré las trasgresiones pertenecientes a las vidas futuras. Temeré las trasgresiones, viendo el peligro en ellas».
Así es como deberéis entrenar. Si le teméis a las trasgresiones, viendo el peligro en las trasgresiones, podéis esperar ser liberado de todas las trasgresiones.