—Los estados mentales malos y perjudiciales, bhikkhus, surgen con una emoción, no sin ninguna emoción. Al renunciar a esa emoción, esos estados mentales malos y perjudiciales no ocurren.
—Los estados mentales malos y perjudiciales, bhikkhus, surgen con una emoción, no sin ninguna emoción. Al renunciar a esa emoción, esos estados mentales malos y perjudiciales no ocurren.