AN 4.51: Corrientes de Mérito (I)

En Sāvatthī.

—Bhikkhus, existen estas cuatro corrientes de mérito, corrientes del bien, alimento para la felicidad divina, que maduran en la felicidad que conduce a los mundos celestiales, que conduce a lo que es agradable, deseable, satisfactorio, al bienestar y a la felicidad.

—¿Qué cuatro?

—Cuando un bhikkhu mientras usa una túnica amarilla adquiere tal concentración mental que la corriente de mérito para el donante es ilimitada.

Cuando un bhikkhu mientras come la comida de limosna adquiere tal concentración mental que la corriente de mérito para el donante es ilimitada.

Cuando un bhikkhu mientras está hospedado adquiere tal concentración mental que la corriente de mérito para el donante es ilimitada.

Cuando un bhikkhu mientras usa medicinas y suministros para los enfermos adquiere tal concentración mental que la corriente de mérito para el donante es ilimitada.

Estas son las cuatro corrientes de mérito, corrientes del bien, alimento para la felicidad divina, que maduran en la felicidad que conduce a los mundos celestiales, que conduce a lo que es agradable, deseable, satisfactorio, al bienestar y a la felicidad.

Cuando un discípulo de los nobles tiene estas cuatro corrientes de mérito, corrientes del bien, no es fácil comprender cuánto mérito tiene diciendo que este es el volumen de su corriente de mérito… que conduce a la felicidad. Simplemente se le considera un mérito incalculable, inconmensurable.

Es como intentar captar cuánta agua hay en el océano. No es fácil decir cuántos baldes, cuántos cientos, miles, cientos de miles de baldes hay. Simplemente se la considera una incalculable, inconmensurable y enorme masa de agua.

De la misma manera, cuando un discípulo de los nobles tiene estas cuatro corrientes de mérito, simplemente se las considera como una incalculable, inconmensurable y enorme masa de mérito.

El mar mundial sin límites, el gran lago,

el mar temible esconde gemas preciosas.

Hasta aquí fluyen muchos ríos,

utilizados por multitudes de personas.

Es lo mismo cuando uno

dona comida, bebida y ropa,

son ríos de mérito que fluyen hacia ese sabio,

igual que los ríos llevan sus aguas hacia el mar.

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