—Bhikkhus, un bhikkhu residente con cinco defectos es arrojado al infierno.
—¿Qué cinco?
—Sin examinar ni escudriñar, elogia a los que merecen críticas y critica a los que merecen elogios. Sin examinar ni escudriñar, despiertan la fe en las cosas dudosas y no despiertan la fe en las inspiradoras. Y desperdicia una dádiva dada con fe. Un bhikkhu residente con estos cinco defectos es arrojado al infierno.
Un bhikkhu residente con cinco cualidades es elevado al cielo.
—¿Qué cinco?
—Después de examinar y escudriñar, critica a los que merecen ser criticados y elogia a los que merecen elogios. No despierta la fe en las cosas que son dudosas, y sí despierta la fe en las cosas que son inspiradoras. Y no desperdicia una dádiva dada con fe.
Un bhikkhu residente con estas cinco cualidades es elevado al cielo.