—Bhikkhus, existen estos cinco factores que apoyan la concentración.
—¿Qué cinco?
—Cuando un bhikkhu tiene fe en el despertar del Tathāgata: «Ese Bendito es un Digno, un Buddha completamente iluminado, realizado en conocimiento y conducta, bienaventurado, conocedor del mundo, guía incomparable para los que deben ser entrenados, maestro de devas y humanos, despierto, bendecido».
Rara vez está enfermo o indispuesto. Tiene una digestión normal, no es ni demasiado caliente ni demasiado fría, sino justa y apta para la concentración.
No es taimado ni engañoso. Se revela honestamente al Maestro o a los compañeros renunciantes sensatos.
Vive con la energía que se despierta al renunciar a las cualidades perjudiciales y abrazar las cualidades meritorias. Es fuerte, incondicionalmente vigoroso, no se afloja cuando se trata de desarrollar cualidades meritorias.
Es sabio. Tiene la sabiduría que distingue entre el surgimiento y el cese, la cual es noble, penetrante y conduce al final completo del sufrimiento.
Estos son los cinco factores que apoyan la concentración.