Esto he oído.
En una ocasión, el Buddha se encontraba cerca de Vesāli, en el monumento funerario del árbol Sārandada. Luego, varios licchavis se acercaron al Buddha, se inclinaron, se sentaron a un lado y el Buddha le dijo a estos Licchavis:
—Licchavis, os enseñaré estos siete principios que previenen del declive. Escuchad y prestad mucha atención, yo hablaré.
—Sí, señor —respondieron.
El Buddha dijo esto:
—¿Y cuáles son los siete principios que previenen del declive?
Mientras los vajjīs se reúnan con frecuencia y tengan muchas reuniones, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.
Mientras los vajjīs se reúnan en armonía, se vayan en armonía y lleven a cabo sus asuntos en armonía, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.
Siempre que los vajjīs no hagan nuevos decretos o deroguen los decretos existentes, sino que se comprometan y sigan los principios tradicionales de los vajjīs tal como han sido decretados, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.
Mientras los vajjīs honren, respeten, estimen y veneren a los ancianos vajjīs, y crean que vale la pena escucharlos, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.
Mientras los vajjīs no violen ni secuestren a mujeres o niñas de sus familias y las obliguen a vivir con ellos, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.
Mientras los vajjīs honren, respeten, estimen y veneren los santuarios vajjīs, ya sean internos o externos, sin descuidar las limosnas adecuadas que se dieron y realizaron en el pasado, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.
Mientras los vajjīs se encarguen de la protección, el refugio y la seguridad adecuados para los Dignos, de modo que los más perfeccionados puedan venir al reino y los que ya están aquí puedan vivir cómodamente, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.
Mientras estos siete principios que previenen del declive duren entre los vajjīs, y mientras los vajjīs los sigan, se puede esperar de ellos un auge, no un declive.