—Bhikkhus, esta noche, varios devas gloriosos, iluminando todo el Bosque de Jeta, se acercaron a mí, se inclinaron, se hicieron a un lado y me dijeron:
—Señor, antes cuando éramos seres humanos, los renunciantes venían a nuestros hogares. Cortésmente nos levantamos por ellos, pero no nos inclinamos. Y así, no habiendo cumplido con nuestro deber, llenos de remordimiento y pesar, renacimos en un reino inferior.
Luego, otros devas se acercaron a mí y me dijeron:
—Señor, anteriormente cuando éramos seres humanos, los renunciantes venían a nuestros hogares. Cortésmente, nos levantamos e hicimos una reverencia, pero no les ofrecimos asiento. Y así, no habiendo cumplido con nuestro deber, llenos de remordimiento y pesar, renacimos en un reino inferior.
Luego, otros devas se acercaron a mí y me dijeron:
—Señor, anteriormente cuando éramos seres humanos, los renunciantes venían a nuestros hogares. Cortésmente nos levantamos para ellos, hicimos una reverencia y les ofrecimos un asiento, pero no compartimos lo mejor que teníamos.
…no nos sentamos cerca para escuchar las enseñanzas.
…no prestamos oído a las enseñanzas.
…no memorizamos las enseñanzas.
…no examinamos el significado de las enseñanzas que habíamos memorizado.
…habiendo entendido el significado y la enseñanza, no practicamos en consecuencia. Y así, no habiendo cumplido con nuestro deber, llenos de remordimiento y pesar, renacimos en un reino inferior.
Luego, otros devas se acercaron a mí y me dijeron:
—Señor, anteriormente cuando éramos seres humanos, los renunciantes venían a nuestros hogares. Cortésmente nos levantamos para ellos, hicimos una reverencia y les ofrecimos un asiento. Compartimos con ellos lo mejor que pudimos. Nos sentamos cerca para escuchar las enseñanzas, prestamos oídos, las memorizamos y examinamos su significado. Comprendiendo la Enseñanza y el significado que practicamos en consecuencia. Y así, habiendo cumplido con nuestro deber, libres de culpa y remordimientos, renacimos en un reino superior.
Aquí, bhikkhus, están estas raíces de árboles, y aquí están estas chozas vacías. ¡Practicad las jhānas, bhikkhus! ¡No seáis negligentes! No os arrepintáis más tarde, como esos antiguos devas.