AN 9.42: Calabozos

En cierto momento, el venerable Ānanda se estaba quedando cerca de Kosambi, en el Monasterio de Ghosita. Entonces, el venerable Udāyī se acercó al venerable Ānanda e intercambió saludos con él. Cuando terminaron los saludos y las palabras de cortesía, se sentó a un lado y le dijo a Ānanda:

—Venerable, esto fue dicho por el deva Pañcālacaṇḍa:

Es el toro que conduce una manada,

es un hombre sabio.

El Buddha que despertó

en las jhānas,

está dotado de una vasta sabiduría,

encontró la abertura

que lo lleva fuera

de todos los calabozos.

Pero, ¿qué es el calabozo y cuál es la abertura en medio del calabozo de la que habló el deva?

—Venerable, estos cinco tipos de estimulación sensorial son llamados «calabozos» por el Buddha.

—¿Qué cinco?

—Imágenes conocidas por el ojo que son atractivas, deseables, agradables, placenteras, sensoriales y excitantes. Sonidos conocidos por el oído… Olores conocidos por la nariz… Gustos conocidos por la lengua… Tactos conocidos por el cuerpo que son atractivos, deseables, agradables, placenteros, sensoriales y excitantes. Estos son los cinco tipos de estimulación sensorial que el Buddha denomina «calabozos».

Ahora, tomemos el caso de un bhikkhu que, completamente apartado de los placeres sensoriales, apartado de las cualidades perjudiciales entra y se sumerge en la primera jhāna. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque cualquier direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento que no ha cesado es, en este caso, un calabozo.

Además, tomemos el caso de un bhikkhu que, a medida que desaparece el direccionamiento de la mente sobre las formas en movimiento, entra y se sumerge en la segunda jhāna. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque todo placer que no ha cesado es, en este caso, un calabozo.

Además, tomemos el caso de un bhikkhu que, con la desaparición del placer… Entra y se sumerge en la tercera jhāna. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque cualquier felicidad que no haya cesado es, en este caso, un calabozo.

Además, tomemos el caso de un bhikkhu que, renunciando al placer y al dolor… entra y se sumerge en la cuarta jhāna. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque cualquier percepción de las qualia que no haya cesado es, en este caso, un calabozo.

—Además, tomemos el caso de un bhikkhu que, yendo totalmente más allá de las percepciones de las qualia, superando toda percepción sensorial, abandonando las distracciones, consciente de que «es un Lugar Vacío», entra y se sumerge en la dimensión de un Lugar Vacío. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque cualquier percepción de la dimensión de un Lugar Vacío que no haya cesado es, en este caso, un calabozo.

Además, un bhikkhu, yendo totalmente más allá de la dimensión de un Lugar Vacío, consciente de que «es un Lugar Sin Límites Conocidos», entra y se sumerge en la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque cualquier percepción de la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos que no haya cesado es, en este caso, un calabozo.

Además, un bhikkhu, yendo totalmente más allá de la dimensión de un Lugar Sin Límites Conocidos, consciente de que «no hay Ningún Lugar», entra y se sumerge en la dimensión de Ningún Lugar. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque cualquier percepción de la dimensión de Ningún Lugar que no haya cesado es, en este caso, un calabozo.

Además, tomemos el caso de un bhikkhu que, yendo totalmente más allá de la dimensión de Ningún Lugar, entra y se sumerge en la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia. En este punto, el Buddha habló, en un sentido provisional, de hacer una abertura en medio del calabozo. Pero todavía está encarcelado.

—¿Encarcelado por qué?

—Porque cualquier percepción de la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia que no haya cesado es, en este caso, un calabozo.

Además, tomemos el caso de un bhikkhu que, yendo totalmente más allá de la dimensión de la Ausencia de los Factores de Aferramiento a la Existencia, entra y se sumerge en el cese de los factores de aferramiento a la existencia.

Y mediante la episteme, sus tendencias subyacentes llegan a su fin. En este sentido, el Buddha habló de hacer una abertura en medio del calabozo en un sentido definitivo.

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